Capítulo 18

120 12 0
                                    


- Como esos dos se hayan dado cuenta de algo te mato, ¿me oyes?
- ¿Tan pronto quieres quedarte viudo? - preguntó Woo Hyun con una sonrisa permanente en sus labios mientras todavía tenía su brazo rodeando la cintura de su hyung, sujetándole con fuerza.
El líder abrió la puerta todavía reprochándole el haberle acorralado en la agencia, ¡¡la agencia por dios!! ¡¡Que cualquiera podría haber entrado!!
- ¡No estamos casados! - le gritó fulminándole con la mirada - ¡y has mancillado mi piano! ¿¡Cómo demonios quieres que haga las presentaciones ahora!? ¡¡Me vendrán imágenes pervertidas a la mente!!
- Mira tú que bien, así me tendrás siempre en mente hasta cuando haces canciones en solitario – le contestó con una sonrisa antes de mirar al frente donde esta se congeló en el acto - ¿qué demonios...?

Sung Kyu siguió su mirada hasta posarla en la pared de enfrente y sus ojos se abrieron como platos, algo digno de admirar.
Donde normalmente había un cuadro ahora se encontraba una cartulina blanca de considerable tamaño, lo mismo con las letras que allí habían escritas, unas letras escritas en verde fosforito que les hicieron sudar frío por lo que allí ponía. Sobre todo a Woo Hyun que vio su muerte inminente.


" Hyuuuuuuung~ no hemos querido interrumpir vuestra intensa sesión de ensayo vocal así que nos vamos anteeeees!! ¡¡Espero que haya terminado bien wiiiii~!! kyahahahaha ¡¡peace!!"


La vena de Sung Kyu empezó a palpitar furiosamente hasta que dio con unas frases, algo más pequeñas, escritas justo debajo y en color morado. Roló los ojos ante aquello pero se dedicó a leer lo que parecía ser una posdata.


"PD: Ya podéis darme las gracias porque Dong Woo hyung ha querido entrar como un tornado dentro de la habitación, así que me debéis una, o mejor dicho dos porque la pancarta iba a ser muchísimo más grande y llamativa pero he conseguido que solo usase esta cartulina. Nos vamos, llamad a un taxi. No hagáis una segunda ronda o mañana estaréis muy cansados. La cena os toca a vosotros. Comprad comida."


Y ahí se quedaba la bonita pancarta que esos dos raperos les habían dedicado.
Por supuesto el grito de Sung Kyu seguido de la carrera hacia el ascensor por parte de Woo Hyun escapando de la muerte inminente no se hizo esperar.
- ¡¡Te he avisado, ahora esos dos lo saben!! ¡Voy a matarte!
- ¡Hyung pero que no es culpa mía! - se defendió el otro apretando furiosamente el botón de llamada - ¡no es mi culpa que esos dos sean mejores detectives que tú!

Después de aquello Woo Hyun terminó con un tremendo dolor de estómago gracias al puñetazo de su querido líder.
Además de ser él el encargado de romper esa pancarta del demonio en trocitos minúsculos para después quemarla hasta que no quedasen ni las cenizas. Palabras textuales de Sung Kyu.

Cuando llegaron a casa esperaron quejas, gritos y sobre todo alguna frase con doble sentido por parte de los raperos hacia lo que había pasado en la agencia.Pero lo único que vieron al llegar fueron unos rostros sonrientes y a Dong Woo con un ridículo sombrero negro (seguramente perteneciente a Myung Soo) y una pipa sacada de dios sabría dónde que lo miraba con superioridad. A su lado Sung Yeol llevaba unas gafas y los miraba con ojos brillantes.
- Sé que voy a arrepentirme de hacer esta pregunta pero, ¿qué ha pasado? -preguntó el líder con un suspiro a lo que Dong Woo empezó a reírse de esa manera tan peculiar que él tenía.
- ¡He resuelto el misterio! ¡Dong-Lock ha nacido y nada impedirá que resuelva todos los crímenes de la ciudad! ¡Kyahahahahaha!
- ¡Y siempre fiel a su lado Yeol-Watson ayudará en todos los casos que se nos pongan delante! -
Y ambos empezaron a saltar y reírse como si estuvieran poseídos por el diablo.

Fue en esos momentos cuando Sung Kyu se giró hacia Myung Soo, haciéndole una muda pregunta a sabiendas que solamente él podría traducir lo que esos dos locos habían dicho.
- Te están diciendo que donde tú has estado más de veinticuatro horas buscando culpables dónde no los hay ellos han resuelto el misterio de la colilla en menos de una hora.
- Creo que no han dicho exactamente eso – le corrigió Sung Jong mientras tecleaba furiosamente en su teléfono, parecía que tenía una conversación muy importante.
- Bueno, la esencia era esa – aportó Hoya con una sonrisa mientras miraba a su hyung gritar algo de que ahora la pizarra le pertenecía y los libraba a todos de sus pecados, como si de un cura se tratase.
- ¿¡¡¡CÓMO!!!? ¿¡Cuándo!? ¡¿Por qué?!, y lo que es más importante... ¡¡¡¿QUIÉN HA SIDO?!!! - gritó el líder que parecía renacido de sus cenizas y se acercaba a Dong Woo y Sung Yeol para empezar a zarandearlos con los brazos.
- Buscando las pistas correctas, hace menos de quince minutos, porque tú estabas entrando en una fase de loco psicópata que no era aconsejable y... ¡¡note lo diré!! - concluyó el rapero mayor empezando dar saltos cual cervatillo salvaje mientras se reía de la cara del líder.
- Hyung vas a hacer que le salga una úlcera, díselo de una vez – le pidió Hoya al ver la vena del líder hincharse por momentos.
- De acuerdo, entonces vayamos paso por paso~ - canturreó Sung Yeol mientras hacía que todos tomasen asiento en el comedor y Dong Woo se encontraba de pie frente a ellos, soplando por aquella pipa de juguete que ahora mismo estaba tirando pompas de agua.
- Bien, todo comenzó una tarde de-...
- ¡Al grano! - le gritó Sung Kyu amenazadoramente.
- Vale, vale, como tú digas...


Flashback.
19:00 PM – Domingo


- No creo que haya sido una buena idea lo de la pancarta... - le repitió Hoya por tercera vez mientras ambos subían por el ascensor. Dong Woo se encogió de hombros, restándole importancia.

Después de una buena sesión de baile que los había dejado bastante rendidos habían optado por ir a buscar a los dos vocalistas, pero se encontraron con una puerta cerrada a cal y canto que Dong Woo a punto estuvo de romper si no hubiera sido porque Hoya lo detuvo alegando que tendrían problemas. Después al mayor se le ocurrió ir a buscar las llaves al despacho del CEO pero Hoya se lo impidió de nuevo sabiendo lo que podrían encontrarse allí dentro. Optó por decirle a su hyung que podría aprovechar para escaparse y salir a pasear y comprar unos helados.

Por supuesto Dong Woo aceptó sin pensárselo dos veces, cogiendo a Hoya por el brazo mientras daba pequeños saltitos por el pasillo.
- Pero, ¿no deberíamos avisarles al menos de que nos vamos? - preguntó el menor de repente dado que los cuatro habían llegado allí en el coche de Dong Woo. Este lo meditó unos segundos antes de que una sonrisa de oreja a oreja apareciese en su rostro que hizo a Hoya sonreír como un idiota.
- Tengo una idea – le susurró como si fuese una pequeña travesura, corriendo hacia una de las salas de producción y cogiendo un trozo de cartulina y varios rotuladores de colores.
Hoya le devolvió la sonrisa mientras ambos se ponían manos a la obra.
Y así es como le dieron vida a la hermosa pancarta que Sung Kyu y Woo Hyun se encontraron nada más salir de la sala de instrumentos.

Veinticuatro HorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora