Veinticuatro Horas

Capítulo 5

Mientras Sung Kyu continuaba divagando frente a aquella pizarra, en la cual conforme mirabas de nuevo iban siendo añadidas más y más anotaciones, Sung Yeol se dedicaba a fulminar con la mirada la puerta del comedor donde minutos antes Hoya había arrastrado, literalmente, a un extrañado Myung Soo.
A su lado Sung Jong se había dedicado a revisar tranquilamente cosas desde su móvil, alzando la vista cuando algún grito sumamente alarmante salía de la cocina o cuando alguno de sus dos hyungs presentes daba algún gruñido de malestar, sobre todo el líder que no sabía dónde colocar un imán de color verde.
- ¡¿Entonces qué demonios le pongo al niño este?! ¡¿Que estaba medio muerto y no se despertaba ni con bombas?! - exasperado por el relato de Hoya y de que Dong Woo no hubiese aportado nada a la situación terminó por lanzar el imán de color verde en cuanto vio la cabeza negra del rapero asomar por la puerta - ¡Yah! ¿Por qué tienes que dormir tanto?
- No te quejes hyung, sabes bien que cuando quieres puedes hacerme la competencia – aportó Dong Woo con una de sus radiantes sonrisas mientras tomaba asiento al lado de Sung Jong, cotilleando lo que el maknae hacía con su móvil.

Su mirada pasó por los presentes en aquella habitación... juraba que cuando había entrado en la cocina allí habían más personas.
- Si buscas a Hoya está en la habitación con Myung Soo – le informó el maknae sin levantar la mirada de su móvil.
- ¿Qué hacen? - preguntó Dong Woo
- Eso me gustaría a mí saber... - Sung Yeol soltó un nuevo bufido haciendo que el maknae alzase una ceja en su dirección, ¿era él o últimamente sus hyungs estaban más alterados y extraños de lo normal?
- Sigo diciendo que esos dos traman algo – aportó Sung Kyu entrecerrando sus ojillos en dirección al pasillo por el que se encontraban las tres habitaciones y el cuarto de baño de aquella casa.
- ¿Tramar algo? ¿Cómo qué? - continuó preguntando un inocente Dong Woo.
- A lo mejor están haciendo lo que Woo Hyun hyung le hacía a Sung Kyu hyung...

Se hizo un silencio en el comedor solo roto por el sonido de los platos en la cocina donde se encontraba uno de los mencionados.
Sung Kyu estaba pálido, Sung Yeol parecía un muerto y Dong Woo como no se enteraba de la película miró a los presentes como si de un partido de tenis se tratase.
- Espero que no...
- ¿Entonces qué estabais haciendo, hyung? - preguntó Sung Jong en dirección a Sung Kyu después de aquella contestación.
- Molestarme como siempre hace, solo que aquella vez me tiró al suelo y me hice daño en la espalda... ¿¡qué demonios te crees que estábamos haciendo!?
- Niños – fue la escueta respuesta del maknae haciendo que Dong Woo soltase una carcajada contenida.
- ¡Eso es imposible! - gritaron Sung Yeol y Sung Kyu al mismo tiempo, aunque obviamente cada uno con sus propios motivos para esa contestación.
- Sung Jongie son hombres, no pueden hacer niños – le dijo el rapero con una sonrisa.
- Siempre les quedará la adopción...
De verdad que el maknae se estaba luciendo, y además estaba cavando su propia tumba por como lo estaban mirando en aquellos momentos.
- ¿Quién tiene hambre? - preguntó Woo Hyun saliendo en aquellos momentos de la cocina y cortando la tensión del ambiente - ¿qué me he perdido?
- Felicidades Woo Hyun, vas a ser padre – soltó Dong Woo estallando en carcajadas al mismo tiempo que Hoya y Myung Soo volvían a entrar en el comedor.

Una carrera se desató en aquella habitación. Sung Kyu y Sung Yeol corrían detrás del maknae intentando asesinarlo mientras este, raudo y veloz como nadie, se había escapado a su habitación riéndose a lágrima viva.
- ¡Si tanto os molesta será por algo! - les gritó una vez dentro de la habitación.
- ¡¡LEE SUNG JONG VEN AQUÍ AHORA MISMO PARA QUE PUEDA ACABAR CONTIGO CON MIS PROPIAS MANOS!! - gritó el líder mientras Hoya le preguntaba a Dong Woo qué había pasado.
- Algo de que vosotros dos estabais haciendo niños de la misma manera que ayer los hicieron Woo Hyun y Sung Kyu hyung... pero como no pueden tenerlos terminarán por adoptar.
Definitivamente se había vuelto locos todos allí, o al menos eso pensaron Myung Soo y Hoya porque ni por asomo estaban haciendo lo que el resto pensaba.