XIII

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- Entonces no veo el problema en ir allí.
- Simplemente no quiero - me excusé - además no creo que encaje en ese tipo de lugares.
- Sé que tienes miedo, pero no dejare que te pase nada, será divertido.
- No.
- Bien como quieras, ya verás que algún día de estos me dirás que quieres ir.
- Créeme que jamás haré eso - avisé.


Entramos al salón, MinAh me miró sorprendida al verme entrar con TaekWoon. Hablar con él me había hecho olvidar todo lo que había pasado. Me había puesto de buen humor. Me senté en el lugar de siempre, me había dado cuenta que Hyuna no me quitaba la mirada de encima. No podía creer que todo esto lo causaba haber entrado al salón con TaekWoon. ¿Qué sería de mí si se enteraran que me quería llevar al billar? –



- ¿Está todo bien? - preguntó al ver que tenía la mirada perdida.


Asentí, ayer a esta misma hora había dicho que podía estar tranquila porque ya no tenía nada de qué preocuparme, pero al parecer me equivoque.



- Sí- mentí - solo... dormí mal y tengo sueño.


El resto del día pasó como un borrón. MinAh no pasó el almuerzo con nosotras ya que Ravi la había invitado a comer afuera, Yura tampoco almorzó conmigo. HongBin la había invitado a comer y yo no podía decirle que no vaya. En simples palabras comí ridículamente sola.
Al parecer Ravi y MinAh decidieron darse un descanso, un buen descanso ya que no aparecieron en ninguna clase de la tarde. Algo me decía que tendría que volver caminando a casa. Estaba cansada, ya no quería caminar.

- MinAh me ha mandado un mensaje - dijo Yura a la salida del instituto - me dijo que Ravi le propuso ir al parque de diversiones que abrió hace unos días.
- Con razón ninguno de los dos ha aparecido en ninguna clase - comenté- ¿Cómo volverás a tu casa?
- Iré caminando, hoy debo ir a la casa de mi abuela y vive a unas calles de aquí. Supongo que ya debo estar yendo... adiós ____.
- Adiós, nos vemos mañana.

Yura se alejó a paso lento. Me senté en los escalones de la escuela, si iría caminando descansaría un poco antes de empezar. Me dolían las piernas y tenía frío. La escuela se fue vaciando de a poco, solo quedaban algunos chicos hablando en la puerta de entrada.



- ¿Quieres que te lleve? - preguntó una voz a mi tras. Me sobresalte. Era TaekWoon.
- Por favor - dije sin darle vueltas al asunto.
- ¿Qué le paso a MinAh? - preguntó mientras nos dirigíamos al estacionamiento.
- Esta en el parque de diversiones que abrió hace unos días, Ravi quiso llevarla allí.
- ¿El que está al lado del muelle?
- Sí, creo que es ese - contesté.


TaekWoon me abrió la puerta del copiloto para que entre. Jamás había hecho eso, pero bueno, si ahora quiere ser caballero no se lo negaré. El camino fue silencioso, ninguno de los dos hablo. Aunque cada tanto me daban ganas de preguntarle algo me lo reprimía y me callaba. No parecía estar de humor como para contestar estupideces. Lo despedí con un beso en la mejilla y salí rápido del auto. Él se quedó en el asfalto hasta que vio que entre a casa. A veces me preguntaba porque era tan cuidadoso conmigo.

De nuevo la casa estaba sola, no quería subir a mi cuarto, no quería encontrarme ningún papel con amenazas nuevamente. El hecho de pensar que no podía contárselo a nadie me hacía peor. Por un lado, tal vez, tenía que buscar el papel porque si mi mamá llegara a encontrarse alguno los problemas volverían. Por suerte no había nada, con todo el dolor del mundo me puse a buscar otro papel por toda la casa.

Mamá llego a eso de las ocho, nada parecía estar raro en ella. Comí poco y nada de lo que había cocinado para la cena. Tampoco tenía hambre ahora. Subí a mi habitación y me puse el pijama. Estuve sentada en mi cama bastante tiempo tratando de buscar alguna solución a este problema. Leía el papel que había encontrado ayer una y otra vez, como si eso me fuese a decir quién era el que estaba haciendo esto. Cuando me cansé lo volví a guardar en donde estaba. Me dormí, no era más de las nueve de la noche cuando cerré los ojos. Estaba durmiendo tranquilamente hasta que unos ruidos me despertaron, me preguntaba quién era el estúpido que estaba golpeando mi ventana con piedras. No quería abrir las cortinas, tal vez sea MinAh quien es la que está allí abajo. El golpeteo de las piedras seguía. Por lo insistente que era no creí que fuera quien estaba amenazándome, pero por las dudas tampoco me fijé quien era. Me volví a acostar tapándome la cabeza con la almohada. El ruido ceso y me tranquilicé. A los cinco minutos una corriente de aire entro a la pieza. Alguien había entrado a mi cuarto, mi corazón comenzó a latir tan fuerte que pensé que se me saldría, mi cabeza estaba girando, tenía miedo. Pensé que la mejor manera de calmar las cosas sería hacerme la dormida. Sentí un peso en el lado de mis pies, el colchón se hundió.

ERES TODO LO QUE VEO [VIXX-LEO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora