Amigos

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La adrenalina corría por mis venas , la sentía latir dentro de mi en cada miembro de mi cuerpo.

- ¡Mabel regresa! - gritó Joshua tras de mi mientras yo me esforzaba aun mas por alejarme de el - ¡Alguien deténgala! - le ordenó a alguien y uno de los guardias de su padre se colocó frente a mi bloqueándome el paso.

Intenté esquivarlo pero el me sostuvo con fuerza de los brazos inmovilizandome.

- Déjame ir Joshua - le imploré.

-Necesito explicarte - dijo tranquilamente y acto seguido  miro a su amigo - ¨Magnus¨ , ¿por que no me ayudas a llevarla al salón?

¨ Magnus¨ me cargó y me llevo al salón con facilidad aún cuando yo me estaba retorciendo en sus brazos para zafarme de el.

El coraje y el miedo se apoderaron de mi en forma de gruesas lagrimas.

Me dejo caer sobre el sofá y sus ¨amigos¨ y guarda espaldas se colocaron a ambos lados de las enormes puertas para impedirme salir.

- No puedo creer que estés haciendo esto - murmuré.

El caminó  de un lado a otro frente a mi mientras se acariciaba el mentón. Yo por mi parte trataba de ordenar mis ideas.

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Se suponía que habíamos ido a su casa a pasar el rato, ver una película o lo que fuera, pero a los pocos minutos uno de los amigos de su padre se colocó en la puerta y el se levantó. Pensé que tal vez su padre lo había mandado llamar pero no fue así el tardó mas de lo normal y yo salí a buscarlo.

Ni siquiera había entrado a la habitación correcta,sin saberlo me había metido en un armario donde guardaban artículos de limpieza,y desde una ventila escondida en alguna parte, escuché su voz. 

" Una de las chicas puede llevar parte dela droga escondida en la ropa... hasta ahora nuestros contactos en el aeropuerto no han dado luz verde para ..."

No necesité escuchar más, no necesitaba mas explicaciones,intenté salir silenciosa de aquella casa por mas difícil que eso pudiera resultar.

No me fijé y tiré todo en el pequeño armario causando un  estruendo que obviamente llamó la atención de todos.

Abrí la puerta del armario para toparme cara a cara con Joshua .

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Ahora se encontraba frente a mi,pisando una y otra vez en el mismo lugar, nervioso mientras yo reprimía mis ganas de llorar.

- Este negocio es de mi padre,no es quien quiero ser . En cuanto pueda dejarlo lo dejaré. Solo lo hago por que es lo que se espera de mi.

Se hincó en el suelo poniéndose a mi altura para mirarme a los ojos.

-Tienes que creerme - dijo con los ojos humedecidos.

Yo me mordí el labio, la Mabel de hace ocho meses no se hubiera permitido ni pensarlo .

No habría dudado en ponerle fin por el simple hecho de el tipo de negocios que trataba. Pero esta nueva Mabel se sentía herida por que le habían mentido.

A esta nueva Mabel no le importaban los negocios ilícitos en los que participaba su novio; si no el hecho de que el no haya tenido la confianza de decírselo antes.

Las lagrimas caían calientes sobre mis mejillas al tiempo en que me levantaba del sofá y me disponía a irme.

- ¿A donde vas? - preguntó y su voz hizo eco en el salón. Los hombres junto a la puerta cerraron sus posiciones instantáneamente.

- A mi casa - respondí - Prometo no decir una sola palabra sobre los "negocios" que llevan a cabo tu familia y tú - la palabra "negocios" no salía de mi boca sin que apretara los dientes - Pero por mi parte ya no quiero volver a verte.

Puedo jurar que el tiempo se detuvo en ese momento. Igual que ahora que nos disponemos a bajar del avión.

Solo que en aquel momento su mano detuvo la mía rogándome que no me fuera  al tiempo en que asentía con la cabeza para que los hombres se apartaran de las puertas.

-¿Esta usted seguro señor? - preguntó "Magnus" haciendo que se me helara el corazón.

- Déjenla ir- dijo en voz baja casi en un susurro.


El aire golpeó mi rostro devolviéndome a la realidad y el se giró para ayudarme a bajar extendiéndome la mano.

- Bienvenida a Andalucía - dijo con una sonrisa en el rostro y yo solo pude suspirar con pesadez.

Hojas de marihuanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora