El pasado siempre vuelve

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Habían pasado exactamente dos semanas en las que día tras día tenía que atender la mesa en la que se sentaba aquel hombre . El cual solía frecuentar la cafetería durante mi turno.
Me debatía entre tomarle importancia o no , tal vez solo había visto alguna foto de nosotros en el periódico mexicano .
Después de todo yo lucia diferente , estaba más bronceada y torneada debido a los entrenamientos a campo traviesa a los que me sometía Joshua casi a diario.

Incluso tenía pecas que se habían formado debido a eso.
No debía de actuar paranoica o asustarme , yo ya había negado ser Mabel , ahora era Julia Oviedo .
Si tenía que repetirlo mil veces entonces lo haría .

¿Debería comentárselo a Joshua? Algo dentro de mi me decía que cerrara la boca . Era una especie de sexto sentido que hasta ahora no había tenido antes.

Si le decía a Joshua sabía que era capaz de dos cosas : la primera y menos probable era que viniera a partirle la cara , y la segunda , la más segura, que me ordenara empacar para huir de nuevo , justo cuando ya nos habíamos hecho de una vida aquí.

Decidí callar . No quería mudarme otra vez y mucho menos sin tener  una razón lógica y segura .

Miré el reloj empotrado en la pared encima de la caja registradora , marcaba las 11:30 . Y comencé a sentirme más relajada pues aquel hombre siempre llegaba antes de esa hora , tal vez hoy no vendría y me demostraría que no había que temer.

El señor Lee se acercó a mi .
- Julia , ¿tu poder quedarte más tiempo hoy ? - preguntó - Por favor .

- claro señor lee - respondí y saque el celular para llamar a Joshua .

Tres timbridos y la voz de Joshua me contesto .
Hola cariño
- hola ... mmm el señor Lee me pidió que doblara turno - dije .

Oh , bueno . Te veo en la noche entonces .
- Claro . - dije .

Te amo 
- Yo también te amo .
Guarde el celular en la parte de atrás de mi pantalón .

El doble turno pasó rápido , para cuando tuve oportunidad de mirar hacia afuera de la cafetería el sol ya se había metido y ya solo quedaba una pareja en una de las mesas .

En treinta minutos más cerraríamos, así que me dispuse a limpiar y a acomodar las sillas .
Frida , una compañera del turno vespertino , me pidió sacar la basura ya que a ella le daba miedo salir sola al contenedor.
Tome las dos grandes bolsas negras y salí por la puerta trasera .
Todo el callejón estaba oscuro , la única luz que había estaba justo encima del contenedor al final de este .

Camine intentando mantenerme tranquila , no tenía por qué sentir miedo a esto después de todo lo que había pasado ya .
Sin embargo una sensación de ansiedad se clavó en mi espina dorsal y paré en seco .

Un par de pasos secos a mi espalda me obligaron a girar.
Una figura masculina , un hombre unos cuantos años mayor que yo , vestía un traje negro y tenía la barba perfectamente perfilada .
Si no fuera por la situación , juraría que era apuesto.

Solté las bolsas a ambos lados de mi . Y me puse rígida para prepararme para pelear de ser necesario.

El hombre levanto las palmas para tranquilizarme .
- Mabel - dijo acortando un poco más la distancia entre nosotros - no vine a hacerte daño.

Entrecerré los ojos .
- No se quien es Mabel , me estás confundiendo .
El esbozo una sonrisa torcida , igual como lo hacía Joshua .
- He visto tus fotos demasiadas veces como para confundirte con alguien más .

El me reconocía , ¿debía acaso seguir negándolo? .
- Insisto , me estás confundiendo - dije y me dispuse a esquivarlo para volver a la cafetería .
El me cerro El Paso.
- Podrás irte después de escucharme - dijo mientras yo cerraba el puño - No vine a dañarte . Mi nombre es Dante Ruvalcaba .

Fue entonces que caí en la cuenta del parecido que tenía con Joshua .

- Eso no puede ser - Dije mientras los colores abandonaban mi rostro.- No puede ser , ningún Ruvalcaba quedo vivo. - dije.
El volvió a sonreír .
- ¿Mi primo Joshua cómo está ? - preguntó divertido - ¿Está bajo tierra o trata de salvar lo poco que queda del negocio familiar ?

- No se de que hablas - dije molesta y harta - Me tengo que ir . No tengo tiempo para esta clase de charlas . Yo no soy Mabel Salazar y sobre todo No sé quién seas tú.

Traté de esquivarlo pero el me sostuvo por los hombros y me impidió moverme. Clavo sus ojos en los míos obligándome a mirarlo.

- Escúchame bien , si no me crees deberías cuidar mejor sus pasos y vigilarlo . Si no , está vez no saldrá vivo nadie . Soy detective de narcoticos y puedo decirte que ya sabemos quién es Joshua Ruvalcaba , Leo Mendiola , Arturo Mendoza , o cualquier otro seudónimo que esté usando . Puede ser mi primo y mi sangre , pero no puede seguir saliéndose con la suya.
No eres estupida Mabel, lo se , lo veo en tus ojos .
Tienes que irte antes de que termines muerta igual que el.

- ¿¡De que rayos estás hablando!? - vociferé- ¡No tengo idea de que rayos hablas .!

El suspiró frustrado. Sacó una tarjeta de su saco y me la  extendió.

- Ese es mi número , asegúrate de que Joshua no lo obtenga  y de que no sepa todo lo que te he dicho . No puedo quedarme más tiempo , si no me crees no lo hagas . Pero no lo ignores , busca pruebas de que me equivoco , y si encuentras pruebas de que tengo razón , entonces marca me . Te ayudaré .

Acto seguido se marchó dejándome en medio de aquel callejón envuelta en las sombras , con la tarjeta  en mi mano y se sentía como si tuviera mi corazón hecho plomo en las manos.

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