El principio del fin

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" Uno de los mas peligrosos narcotraficantes de Monterrey fue encontrado muerto a orillas de la carretera Reynosa..."
El eco de la televisión se fue extinguiendo de la pequeña habitación del motel. Cuando dijeron el apellido de aquel hombre y la sangre de mi cabeza cayó hasta mis talones dejando me helada e inmóvil.
Joshua salió del baño con una toalla cayendo por sus caderas y podía notar claramente el hueco del hueso en donde gotas de agua menguaban su cauce , al bajar por su costado hasta la orilla de la toalla.
- Que ocurre? - preguntó y yo me quede en silencio.
Dio una zancada hacia a mi y me instó para que le respondiera, pero como podría ser yo portadora de tan terrible noticia?.
Su mirada siguió la mía hasta la televisión e inmediatamente tomo el control para pulsar el botón de "repetir", no había caído en la cuenta de lo útil que son esas televisiones.
Después de eso lo único que escuche fueron sus puños chocando contra la pared y sus gritos de ira.
Entonces intenté calmarlo, pues no sabia la gravedad de la situación, no sabía que si moría el comandante morían los que estaban con él.
Esa fue la primera vez que lo vi llorar , y fue como ver derrumbarse una de esas grandes construcciones que crees que nada podrá hacer caer,impresionante y desolador.
No necesité de mucha deducción cuando bajó de la camioneta en su mansión de alta seguridad que ahora se encontraba sola, ya no había guardias y las puertas estaban abiertas.
Era como sí un maremoto hubiera entrado destruyendo todo a su paso y disparando a todos.
Reguero de sangre en pisos y paredes y los cuerpos sin vida de guardias, sirvientas, y su familia.
Aparte la mirada cuando note el cuerpo de su madre entre el desastre y salí corriendo para vomitar en una maceta.

Joshua apretaba los dientes y sus ojos estaban inyectados en sangre.
- sube a la camioneta- me ordenó y yo salí corriendo lo mas rápido que pude hasta ella.
- Debemos irnos - me dijo mientras aceleraba.
- Qué?! - mi temor aumento.
No estaba hablando enserio, no podía.
-Sabes demasiado, debemos irnos ahora , o mataran a quienes quieres y a ti. No te puedo perder a ti.
Comencé a negar con la cabeza.
- Solo si te quedas conmigo te aseguraras de vivir y de que esté bien tu familia.
Aceleró mas el motor mientras me tragaba los gritos y las lágrimas agolpadas en mi garganta.
Miles de cosas pasaron por mi cabeza acomodándose en una balanza imaginaria.
Si me iba, iba a dejar de ver a mi familia y amigos.
Y si no, los iba a ver morir.
Me decidí por irme, aun a pesar de que en el fondo no tenia opción, Joshua me llevaría a la fuerza.
Aparcó frente a mi casa.
- Tienes cinco minutos - me dijo mientras yo saltaba de la camioneta y salí corriendo  en dirección a casa.
No me detuve a ver las fotos familiares ni a ver por última vez a mi hermano. Solo subí corriendo las escaleras, metí lo que pude en mi maleta y tome mi visa y mi pasaporte por si acaso.
No podía mirar atrás o me quedaría poniendo en peligro a todos a los qué amaba.
Así que cuando lo vi aun en la camioneta con las manos crispadas sobre el volante no me detuve a pensarlo un poco más.
En qué momento me había involucrado tanto que ahora esto me ponía en peligro a mi también?
Y si me quedaba y negaba toda relación con el?
Comencé a arrepentirme de haber estado con el todo este tiempo, Debí de haberme alejado en cuanto supe de que iban sus salidas , sus peleas, sus armas, la cantidad de "amigos" que parecían cuidarle la espalda en cada salida.
Debí de haberme alejado en cuanto vi lo letal que podía ser.
Pero cuando eres tonta eres tonta, y si el amor te envuelve te enloquece.
Y aquí estaba yo dejando mi único hogar, para huir con el hombre que amaba y que me había hecho odiarlo al mismo tiempo.
Y mientras lágrimas caían silenciosas por mis mejillas observaba las lineas en la carretera pasar con demasiada dureza , como diciendo "Tu nos dejas " y se empequeñecía mi corazón.
"Adiós Monterrey" dije mentalmente y cerré los ojos.


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