Capítulo 3

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No quería estar en esa cena, no con Erick nunca nos habíamos llevado bien ¿Eso cambiará ahora? Me pregunté. Había pasado tanto tiempo pero no estaba segura. Subí a buscar mi teléfono y me tarde todo lo posible,me mantuve dando vueltas en mi cuarto, escuche el auto de mi papá llegar, me asomé por la ventana, mi papá se bajó y luego se bajó Erick, había cambiado mucho estaba guapo y lindo, tenía unos hombros fuertes se lo notaba nada más de mirarlo, tenía un cuerpo bastante ancho, pelo negro, tez blanca, el color de sus ojos era un azul claro. Había que admitirlo era lindo pero eso nunca le había quitado lo antipático y patán. Me fije y traía un gatito negro en sus manos, seguía mirando por la ventana a Erick detenidamente hasta que el miro a mi ventana y me tape con las cortinas para que no me viera, el corazón se me comenzó acelerar.
- Hija ya llegaron.- me grito mi mamá desde abajo
- Enseguida bajo

Suspire y salí de mi cuarto escuche que mi papá abría la puerta.
- Hijo- exclamó mi mamá y le dio un abrazo.- estoy tan contenta de que estés aquí.

Me pare arriba en las escaleras a mirar la escena de mis padres y Erick abrasándose, hasta que mi mamá me vio.
- Hija ¿No vas a saludar a tu hermano?
- Claro

Baje las escaleras, poco a poco para no tropezarme ya que estaba nerviosa y tenía el corazón acelerado, Erick puso sus ojos en mí y me miró de arriba abajo y no sé por qué pero no dejaba de mirarme, me encontré con sus ojos por unos segundos y me puse más nerviosa así que baje la vista, me pare frente a él y se acercó a mí, me dio un abrazo, me envolvió con su brazos, eran fuertes y firmes, no esperaba esa ración, nuestros padres nos miraban sonrientes, y yo me separe de él. Sonreí forzadamente como si de verdad estuviera contenta.
- Hijo te prepare una cena exquisita, ve a dejar tus cosas a tu habitación y bajas. - le dijeron
- Por supuesto- su voz era firme.
- Azul ayuda a tu mamá a lo que yo ayudo a tu hermano a subir sus cosas.

Me dirigí a la cocina sin mirar atrás y cuando estuve en la cocina solté un gran suspiro. Me abrazo era un buen comienzo al menos eso pensaba, aunque siempre fingía tratarme bien delante de nuestros padres.
- Ayúdame a poner la mesa.- me pidió mi madre entrando a la cocina y sacándome de mis pensamientos.

Tome los plato y los coloque en la mesa, ayude a colocar todo, papá y Erick bajaron y se sentaron en la mesa, yo me senté y mi mamá comenzó a servir y yo no quería mirar a Erick así que me concentré en mirar mi plato vacío hasta que mi mamá lo lleno de comida y comencé a comer despacio.
- Hijo nos alegramos de que hayas decidido volver aquí después de tanto tiempo con tus tíos.
- Esta es mi casa.- me atreví a subir la mirada y verlo, él estaba mirándome así que me concentré en mirar la comida de nuevo.- A mi también me alegra regresar ya que los extrañaba.
- ¿Y cuéntanos ya tienes el trabajo que te ofrecieron cierto?- le preguntó mi papá
- Si solo tengo que ir mañana temprano a firmar unos papeles.
- Hijo te extrañamos mucho.- le dijo mi madre emocionada
- Yo también a ustedes ¿Y tú me extrañaste hermanita?- Solté el tenedor de un golpe en el plato ¿Enserio pregunto eso? Me pregunté yo misma.

Se propagó un silencio en la mesa.
- Claro que te extraño ¿Verdad hija
- Ujum- No quería contentar a eso con un no así que solo asentí con la cabeza un poco mientras agarraba el tenedor de nuevo y me llevaba otro bocado a la boca.

-¿Hija cómo te fue en la escuela hoy?- me preguntó mi papá

-Bien, muy bien.

-¿Y vas bien en tus clases?- ¿Por qué tenía que preguntar?

-Bien- le dije obviando el castigo que me pusieron por faltarle el respeto al imbécil del maestro, no estaba orgullosa de eso pero se lo merecía.

La cena transcurrió bastante lenta y mis padres le preguntaban cosas a Erick, yo solo me concentre en comer y ni siquiera lo volví a mirar, en todo la cena, estuve con la cabeza abajo la mayoría del tiempo.
- Voy a retirarme estoy cansada.- me disculpé

Mi hermano adoptivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora