Capítulo 14

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Narra Azul

Me había desmayado y me levante desorientada no sabía que me había pasado, cuando reaccione me di cuenta que estaba el cuarto de Erick el me había cargado, porque lo último que recuerdo era haber estado en la cocina. Tenía un fuerte dolor de cabeza, Erick me toco y tenia fiebre, no tenía nada de fuerzas y sentía náuseas. Erick me convenció para llevarme al hospital y no le discutí no tenía ni fuerzas para eso. Me cargo hasta su auto y también cuando llegamos al hospital me cargo hasta adentro.

Ya en el hospital, rápido me atendieron y me comenzaron hacer estudios y exámenes para ver que tenía y Erick en cuanto pudo entrar a verme estuvo conmigo sin despegarse, pendiente a mi. El doctor me dijo que tenía la presión alta y un virus. Me puso a dieta y eso no me agradaba por que yo adoraba la comida. No quería estar en el hospital los odiaba, pero conociendo a Erick no me iba dejar irme hasta que me sintiera mejor. Al menos lo había convencido para que no le dijera a mis padres, bueno al menos por el momento porque con Erick nunca sabía, la verdad era que no quería preocupar a mis papas y por lo menos Erick entendió eso.

Luego de que el doctor me dijo lo que tenía por fin Erick decidió irse a bañar y buscarme algo de ropa, tenía que admitir que me gustaba que se preocupara por mi y estuviera pendiente de todo, una faceta que no conocía de Erick.

El dolor de cabeza se me calmo un poco, me acerque a la mesa donde habían puesto mi teléfono y lo cogí para llamar a Alice, la iba a llamar para pedirle que fuera a prepararme un mochila con ropa y las cosas necesarias, luego de que sonó tres veces contestó.

-Hola Azul ¿Por qué no fuiste a la escuela hoy?
- Estoy en el hospital.
-¿Que te paso? ¿Estas bien?- me preguntó preocupada.
-Hasta ahora si.
-Pero que tienes.
-Tengo un virus y la presión alta.
-¿Cuánto tiempo vas a estar hospitalizada?
-Unos días creo, pero necesito un favor tuyo.
-Claro el que quieras, sabes que siempre estoy para ti.
-¿Puedes ir a mi casa y prepararme una mochila con ropa y las cosas que necesite?
-Claro no hay problema.
- Erick va estar esperándote en la casa, cuando prepares las cosas, se las das el, que el se va quedar a cuidarme.
-¿A cuidarte Erick?
-Si no preguntes y está bien, que se quede, no quiero que le diga nada a mis papas.
-Yo puedo quedarme contigo si quieres.
-No está bien tranquila, que se quede Erick, ademas tu tienes clases mañana y necesito que le digas a los profesores y me excuses.
-Bueno esta bien, pero mañana en cuanto salga iré a verte.
-Esta bien, te voy a enviar un mensaje con las cosas que quiero y el número de Erick para que lo llames y te pongas de acuerdo con el.
-Está bien y que te mejores amiga, mañana sin falta estaré allí.
-Gracias amiga vales mil.
-De nada y cualquier cosa me llamas, no importa la hora.
-Esta bien

Fin de la llamada

Puse mi teléfono de nuevo en la mesita y me recoste, me quede dormida enseguida.

En la mañana me levante y Erick estaba acostado en un sillón al lado mio. Me quede mirándolo por un rato tenía que agradecerle todo lo que estaba haciendo por mi. Estaba durmiendo incomodo por mi, se había quedado el día anterior conmigo en todo momento, sin comer ni bañarse hasta que lo logre convencer de que se fuera y también faltó a su trabajo por estar conmigo. Estaba arropada con una colcha de la casa al parecer Erick me había arropado.

Entró una enfermera en la habitación y me dio unas pastillas, me cambio el suero por uno nuevo y me pregunto cómo me sentía.

-¿Cómo te sientes?- me preguntó en susurro
-Me siento un poco mejor el dolor de cabeza se me quito un poco, pero todavía me siento sin fuerzas.
-Es normal te sentirás así por unos dias hasta que se pasen los efectos del virus, la presión la tienes controlada y para que se mantenga así el doctor dejó órdenes estrictas de que tengas una dieta.
-Si ayer me dijo.
-Bueno enseguida te traen el desayuno.
-No tengo hambre ¿Tengo que comer obligado?
-No pero al menos te tomas el jugo y te mando a pedir una fruta y a la hora de la comida, tendrás que comer.
-Esta bien

Mi hermano adoptivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora