Capítulo VIII - Ahora a disfrutar

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Y desde mi pecho
Suena tu recuerdo
Todo lo que fue de los dos
Son ecos de amor

Ecos de Amor - Jesse & Joy  

Narra Javi

Sábado... dos semanas sin Alice, cada día se me hacía un mundo sin ella, todo me recordaba a ella, la casa seguía oliendo a ella, los fines de semana es cuando más la echaba en falta, cuando me despertaba y no la veía a mi lado dormir, sin que ninguno tuviese que ir a trabajar, pudiendo quedarnos los dos abrazados...

Estaba en casa limpiando cuando de pronto se escuchó el timbre. A través del interfono escuché la voz de mi madre, le abrí, no había quedado con ella, que extraño.

- ¡Hola papá! – Dijo Julia dándome un abrazo.

- Hola hijo. – Dijo mi madre dándome un beso.

- Hola ¿Qué hacéis aquí?

- Julia ha venido a visitarme y hemos decidido venir a verte.

- ¿Has ido a visitarla tu sola?

- Sí, mamá me ha dejado. – Dijo sentándose en el sofá. - ¿Y mami dos?

- Eeeh... comprando.

- Ah vale. – Mi madre me miró extrañada, pasó adentro y cuando miró en la cocina me dijo que quería hablar conmigo.

- Dime. – Dije entrando en el despacho.

- ¿Qué ha pasado con Alice?

- Nada, está comprando.

- Sí, y las bolsas de la compra que tienes en la cocina son de decoración.

- Se ha olvidado una cosa.

- Hijo, no soy tonta, una tiene una edad, el otro día en la comida lo noté, intentasteis disimular y se os dio bien, pero no lo conseguisteis.

- Nos hemos separado.

- ¡¿Qué?!

- Me acomodé, la dejé de lado, no quería nunca hacer nada, se cansó y se ha ido.

- ¿Mami dos se ha ido? – Dijo Julia de pronto, me giré y estaba en la puerta.

- Julia... ¿Qué haces aquí?

- Escuché a la yaya gritar y he venido a ver qué pasaba.

- No pasa nada, vuelve al salón.

- No, ¿Mami dos se ha ido?

- Sí. – Dije cabizbajo.

- Hijo...

- No me digas nada, ya sé que hice mal.

- No quiero dejar de verla... - Dijo Julia.

- No vas a dejar de verla. – Dije yo.

- No vive contigo, va a olvidarse de mi...

- Julia, mi vida, no va a pasar eso.

- ¡Va a pasar y lo sabes! – Dijo con sus ojos cristalizados.

- Ey cariño. – Dijo mi madre acercándose a ella. – No pienses eso, Alice te quiere mucho.

- Pero...

- ¿Quieres ir a verla? – Dije yo, sabía que Alice no se olvidaría de ella, la trataba como a una hija y no sería capaz de hacerle daño, esta asintió. – Mamá llévala tú, está en casa de Dani viviendo.

- ¿Seguro?

- Claro.

- Muy bien, Julia ve a coger las cosas, ahora voy. – Esta corrió al salón. – Javi... Soy tu madre y te quiero, pero si es verdad lo que me has contado estuvo muy feo.

Recuperando mi vida de ensueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora