Capítulo XXIII - Una nueva etapa

86 5 2
                                    

vamonos a los tejados
con los gatos, amor
hoy tus ojos, mañana el mundo
algun día los dos

hoy tus ojos - Leiva  

Habían pasado dos semanas, habíamos decidido volver a vivir juntos en el piso de Javi, así que yo tenía que vaciar mi piso, ya había avisado el casero y había sido muy amable, me dijo que no tenía prisa, que me daba el tiempo necesario para vaciarlo, de todas formas, yo no quería estorbarle y estaba intentando ser lo más rápida posible, tardé casi dos meses en decorarlo, esperaba tardar menos en vaciarlo.

- ¿Te apetece ir a tomar algo cuando salgamos? – Preguntó Fran.

- Quiero ir al piso a continuar guardando cosas...

- ¿Y si voy a ayudarte y después nos tomamos algo? – Yo sonreí.

- No hay forma de no ir a tomar algo ¿Verdad?

- Lo has pillado.

- Muy bien, pero te aviso que hay mucho que guardar...

- Imagino. – Dijo sonriendo. – Bueno me vuelvo a clase que seguro que han hecho hasta una hoguera. – Yo me reí.

- Fran. – Lo llamé antes de que saliese, este se giró. – Los ejercicios.

- Ah, vengo a por eso y me voy sin ello...

- Luego yo soy la que se olvida de las cosas. – Dije dándole los folios.

Continué con la clase y a las cinco salíamos por la puerta para ir a casa.

- Vamos cada uno en su coche ¿No? – Fran asintió. – Muy bien, pues allí nos vemos. – Dije yendo a por el mío. Cuando llegué aparqué y esperé a Fran en la puerta.

- Ya estoy aquí.

- Pues vamos. – Dije abriendo la puerta. – A ver... Mi cuarto, el de invitados y el despacho ya están vacíos, quedan los muebles, pero eso será lo último porque no tengo ni idea de qué hacer con ellos...

- ¿En casa de Javi no caben?

- Javi ya tiene sus muebles, no podemos meter más, pero me da pena deshacerme de ellos... están nuevos prácticamente y son tan monos...

- ¿Y un trastero?

- ¿Voy a tener los muebles en un trastero alquilado hasta vete tú a saber cuándo?

- Ya, visto así no es muy viable... Bueno, vamos a empezar a vaciar el resto de las cosas y cuando vayamos a tomarnos algo pensamos.

- Sí, que sino no acabamos ni mañana. – Dije sonriendo. – Empezamos por... ¿La cocina?

- Perfecto, pues vamos a ello.

Dos horas después acabamos de guardar todo lo de la cocina.

- Dios mío, no sabía que tenía tantas cosas aquí metidas...

- Pues ya ves. – Dijo riéndose.

- ¿Vamos a tomar ese algo?

- Claro. – Dijo sonriendo.

Cuando salimos decidimos ir al bar que había dos calles más abajo, ya habíamos ido más de una vez y la verdad es que nos gustaba bastante.

- ¿Cerveza? – Yo asentí. – Voy a pedir. Me senté en una mesa y mientras lo esperaba mi móvil empezó a sonar.

- ¿Sí?

- Hola cielo.

- Oh, hola. – Dije sonriendo.

Recuperando mi vida de ensueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora