Capítulo XXIX - Para siempre

79 7 0
                                    

  Qué bonito caminar detrás de ti
Llevarte siempre delante
Cuando giras la cabeza estoy aquí
Y nunca voy a marcharme

Amasijo de huesos - Sidecars

  

Ya habían pasado las semanas, nos habían dicho ya que venía un niño y una niña, nos alegramos mucho ya que nos hacía mucha ilusión que así fuese, Bianca y Dani estaban también muy emocionados, su embarazo iba genial, en una semana sabrían ya el sexo del bebé.

Me encontraba en el colegio, en mi aula terminando de corregir unos ejercicios, estaba concentrada leyendo un texto de uno de mis alumnos cuando de pronto una voz me llamó la atención.

- ¿Es interesante lo que lees? – Dijo Fran.

- Bueno... podría serlo más. - Dije sonriendo.

- ¿Tienes algo que hacer?

- Pues no, después iba a ir a casa, ¿Alguna idea?

- Era por si querías ir a tomar un café o algo.

- Claro, déjame que termino de mirar este ejercicio y nos vamos.

- Perfecto. – Dijo sentándose en una de las mesas de los niños.

Continué leyendo el ejercicio y una vez terminado recogí todo y cogí mis cosas.

- Pues vamos para allí.

- ¿Dónde quieres ir?

- Pues donde quieras.

- Sí quieres vamos por el centro así nos despejados un poco.

- Perfecto, voy a llamar a Javi y así lo aviso que ya estará en casa y le extrañará quizá que no vaya pronto.

- Genial. – Dijo sonriendo, yo cogí mi móvil y lo llamé.

- Hola cariño. - Dijo nada más descolgar.

- Hola Javi, ¿Estás ya en casa?

- Sí, ¿Quieres algo?

- No, era porque voy a ir con Fran a tomar algo al centro, para que no te extrañe que no llegue tan pronto.

- Vale, no pasa nada. – Ya confiaba en Fran, pero todavía le costaba un poco. - ¿Cómo se han portado hoy los pequeños?

- Pues bien, un poco revoltosos, pero no mucho, están calmados.

- Bueno, piensa que ya queda menos.

- Sí. – Dije sonriendo. – Bueno te dejo, luego nos vemos, un beso.

- Adéu, un beso.

- ¿Qué ha dicho?

- Nada, que vale. – Dije sonriendo.

- Le cuesta todavía. – No era una pregunta.

- Sí.

- Es normal, no es que tuviésemos una simple relación de amistad.

- Ya, no le digo nada por eso, mientras no me recrimine nada...

- ¿Sigue tan celoso como siempre?

- No, y menos mal porque...

- Bueno a ver ¿Qué quieres tomar?

- Mm... una sin alcohol.

- Perfecto pues voy a pedir. – Dijo mientras yo me senté en una mesa. – Aquí al tienes. ¿Y cómo lleváis lo de la casa?

Recuperando mi vida de ensueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora