Capítulo XVIII - Miedo y sensaciones extrañas

79 6 4
                                    

Me veo tan lejos y te echo de menos
A muerte
Te echo de menos
Tan fuerte

Palermo no es Hollywood - Leiva

Narra Javi

Me desperté y estaba abrazado a alguien, abrí los ojos y la vi... pensé que todo había sido un sueño, me quedé mirándola, estaba de espaldas a mí. Ya lo tenía superado, pero... Ayer algo despertó en mí, no seguía saliendo con Mar, habíamos decidido dejarlo hace unas semanas, los dos nos dimos cuenta que lo que teníamos no era una relación real, era solamente una amistad con cariño... Habíamos acabado bien, seguíamos teniendo la misma relación que antes de que todo ocurriese y así estaba todo genial. Sé que Alice no tiene nada serio con nadie, aunque sí que ha estado con algunos chicos... Lo confieso, sigo mirando su Instagram, pero no comento nada, no quería molestarla. Miré la hora, las seis y media de la mañana, decidí levantarme para arreglarme e ir al hospital. Antes de nada, fui a despertar a Alice, así que salí de la cama y me puse delante de ella en cuclillas.

- Alice. - Dije moviéndola un poco. - Alice despierta. - Esta se tapó la cara. - Alice yo voy a ir al hospital y tú tienes que ir a trabajar. - De pronto abrió un ojo.

- No... te acompaño al hospital, ya le dije a Fran que avisase que no iba hoy... las reuniones que tengo no son importantes.

- No hace falta.

- Javi quiero ir, no me vas a convencer. - Dijo levantándose y colocándose la ropa. - Gracias por traerme aquí... estos dos días no había dormido mucho y ya sabes que cuando estoy reventada me pasa esto... lo siento por haberme dormido.

- No pasa nada y no me des las gracias, no iba a dejarte tirada en medio de la calle.

- Lo sé... Voy a casa a cambiarme, nos vemos en el hospital, adéu. - Dijo antes de irse.

Cuando escuché la puerta me fui hacia la ducha.

Después de arreglarme fui hacia el hospital, con un taxi ya que la moto estaba en el aparcamiento del hospital. Cuando llegué me encontré a Lucía que salía de la cafetería con un café en la mano.

- Hola Javi.

- Hola ¿Cómo está?

- Sigue inconsciente, pero ha pasado bien la noche, me han dicho que luego la subirán a planta ya que no hay peligro, me han dicho que en unos días despertará.

- Menos mal... ¿Y su amiga y la madre?

- Están bien, su amiga como iba detrás no se ha hecho tanto, ha venido antes a ver a Julia, su madre está como Julia.

- Vaya... Anoche Alice me preguntó porque como no había nadie...

- Está separada y su familia no vive aquí, por eso nadie vino, pero ya le he dicho que la ayudaré yo con lo que sea. Oye...

- Dime.

- ¿Cómo que llamaste a Alice? No me molestó ni nada, al contrario, Julia la quiere mucho, pero se me hizo raro verla...

- Es que como tú no respondías y mis hermanos están de viaje la llamé a ella.

- Ah, lo entiendo. ¿Seguís igual?

- No, bueno, seguimos separados, pero al menos ahora estamos mejor...

- ¿Mejor en qué sentido?

- Pues no sé Lucía, no sé.

- Oye Javi, no tenemos una relación de amistad, los dos sabemos que nos seguimos tratando por Julia, pero quiero decirte esto como la persona que te apreció... Los dos seguís queriéndoos y es algo que no vais a poder evitar.

Recuperando mi vida de ensueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora