Capítulo I - Esto es normal ¿No?

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cada día más distante
no me miras como antes
fantasías delirantes
deben destrozar mi mundo

Fantasías Delirantes - Sidecars  

Como cada día el despertador me sonaba a las siete de la mañana, lo apagué y metí en el baño para asearme. Una vez estuve con la cara lavada me fui a la cocina a desayunar.

- Bueno días mi vida. - Dijo Javi antes de darme un corto beso en los labios y poniéndome una taza de café en la mesa.

- Buenos días. - Dijo sonriendo.

- ¿Has dormido bien?

- Estupendamente, oye me llamó anoche Dani para preguntarme si nos apetecía ir con Bianca y con él a cenar este viernes.

- ¿Este viernes? No sé si voy a poder... últimamente estoy muy liado en el instituto y salgo muy tarde y no me apetece ir a ningún sitio.

- Ah... vale pues entonces le diré que lo dejamos para otro día mejor.

- Pero ve tú con ellos, así sales y te diviertes.

- No, es que no tiene sentido ir a una cena de parejas sin mi pareja ¿Sabes? - Dije un poco molesta.

- Alice... no te enfades, entiéndeme.

- Te entiendo Javi, te entiendo, no te preocupes, buen será mejor que vaya a ducharme. - Dije poniéndome en pie y saliendo de la cocina.

- ¿Se puede? - Escuche decir a Javi cuando me estaba vistiendo.

- Pasa.

- Alice... no te enfades.

- No me he enfadado ya te lo he dicho.

- Sí claro, me lo has dicho, pero estas enfadada.

- Que no me he enfadado, de verdad. - Dije sentándome en la cama.

- Vamos cariño. -Dijo sentándose a mi lado. - Dile que si pueden cambiarlo por el sábado y entonces vamos ¿Vale?

- El sábado viene Julia, no podemos irnos de cena.

- ¿Y la semana que viene?

- Muy bien... se lo diré. - Dije levantándome.

- Venga, sonríe que así estás más guapa. - Dijo abrazándome por la espalda, no pude evitarlo, conoce mis debilidades. - Así estás mucho mejor, bueno tengo que irme al trabajo, hasta la noche. - Dijo dándome un rápido beso en los labios. Yo seguí arreglándome y cuando terminé me fui a trabajar.

- Buenos días Alice.

- Buenos días Fran. -Dije sonriendo. - ¿Cómo estás?

- Bien, un poco cansado, anoche salí con una chica y...

- Vale, no hace falta que me cuentes los detalles. - Dije antes de reírme.

- Va, ahora te escandalizarás, no quiero ni imaginarme lo que haces tú en la intimidad con tu marido.

- Eso en los viejos tiempos, ahora no te creas.

- Ya claro, eso es que no lo quieres contar, no me creo que tu marido sea tan tonto de no hacer cosas con la mujer que tiene.

- Oh venga. - Dijo sonriendo. - Vamos a por los niños. - Dije saliendo de la sala de profesores.

El timbre sonó indicando que los profesores tendíamos que ir a por nuestros alumnos y que ellos tenían que entrar ya a clase. Cuando salí vinieron algunos a abrazarme como cada día, el amor que me transmitían era muy grande.

Recuperando mi vida de ensueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora