No te fallaré
somos compañeros,
siempre estaré aquí
si me necesitas no te fallaré.No te fallaré - Los lunes al sol.
El despertador sonó indicando que era la hora de levantarme para ir a trabajar, alargué la mano con los ojos cerrados y lo apagué, busqué las sabanas y me tapé hasta arriba dándome la vuelta.
- Vamos que es lunes y tienes que ir a trabajar.
- Cinco minutos...
- Alice que es el primer día de clase, tus alumnos van a estar eufóricos.
- No me lo recuerdes, van a estar hiperactivos y yo estoy muy cansada...
- Va Alice, no digas más tonterías, levántate. – Dijo tirando para abajo la sábana.
- ¡Javi! – Dije sentándome de golpe. – Que tengo frío. – Dije tirando de las sabanas, sin conseguir quitárselas de las manos.
- Pues te metes en la ducha que con el agua caliente te vas a sentir mucho mejor.
- Con lo agustito que estaba yo viviendo sola. – Dije levantándome para ir a la ducha.
- Mientes. – Dijo Javi riéndose.
- No sé yo... ahí nadie me quitaba las sabanas de golpe.
- Perdiste la costumbre, pero ya la recuperarás. – No respondí, simplemente me metí en la ducha.
Habían pasado dos días desde que volvimos y no me arrepentía de nada, todo volvía a ser como antes de los problemas y estaba muy feliz. Cuando salí de la ducha me vestí y bajé a por un café.
- ¿Ya se te ha pasado el frío?
- Un poco... ¿Por qué ha bajado tanto la temperatura de pronto?
- Porque se acerca el invierno y es lo que tiene.
- Pues me niego... - Javi sonrió. – Oye... he estado pensando, ¿Por qué no vienes hoy a mi piso? Todavía no lo has visto y a mí me gustaría enseñártelo... es un sitio muy importante para mí.
- ¿Importante? Pero si llevas unos meses solo ¿no? – Lo miré extrañada.
- ¿Dani no te ha dicho nada?
- ¿Qué me tendría que haber dicho?
- Muy bien... a ver. – Dije cogiendo la taza de café y sentándome en la mesa de la cocina. – no sé por dónde empezar, el piso fue una casualidad que lo viese, un día volviendo de casa de... de alguien. – Dije evitando decir de donde venía. – Pasé por delante y vi el cartel y sin pensármelo dos veces, llamé y quedé con el propietario y un par de días después ya firmé el contrato.
- ¿Tan rápido sin mirar más sitios?
- Sí, bueno total después de casi dos meses ya lo tuve todo listo y me mudé allí pero hasta ese momento que no lo tuve todo, no informé a mis padres ni nada porque si se lo decía antes me dirían que lo hacía por impulsos o algo así y no, o sea ese piso... es especial para mi, lo decoré con mucho cariño y he pasado muchas cosas en él.
- No entiendo nada.
- Es que... ¿Recuerdas que te dije que vendí el piso de mi abuela?
- Sí.
- Era ese piso.
- ¡¿Cómo?!
- Pues eso... Que decidí alquilar el piso que vendía años antes y la verdad es que no me arrepiento, me ha encantado poder vivir en él, no sé, creo que era algo que necesitaba hacer.
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Recuperando mi vida de ensueño
ChickLitAlice pensaba que después de conseguir su vida de ensueño todo iba a ser perfecto. Había conseguido al hombre que quería, se habían casado, la relación con sus amigos era genial, su familia era feliz... Estaba convencida que nada podría ir mal, pero...