Capítulo 1. Vuelta al pasado.

2K 45 1
                                    

MIA.

´´Buenos días, buenos días, a empezar el día con alegría''. Maldita Rachel. Todos los días la misma historia. Algún día –no muy lejano –tiraré esa radio por la ventana. Lo juro.

Me reincorporo en la cama y miro la ventana. Acaba de amanecer y por lo que parece ya es lunes. No puedo decir que no tenga ganas de empezar mi último año  de universidad, pero… No tengo ganas de empezar mi último año de universidad. Puede que sea porque soy vaga, sí, pero también es porque aun no sé que quiero hacer con mi vida. No sé donde quiero trabajar, ni donde querré vivir, no sé nada de nada y eso, con veinticinco años es decir bastante. Caminando hasta el perchero, cojo mi bata de ranas rosas –sí, rosas –y camino hasta la cocina, donde se encuentra una sonriente Rachel.

-          Buenos días, Mimi. –me dice con una sonrisa, mientras come de su plato de cereales y lee una revista. Le sonrío.

-          Buenos días Rachel.

Camino hasta el armario donde guardamos las tazas y cojo la mía, que tiene el logo de la universidad de Berkeley.  Pues sí estudio en California. No tuve el valor para ir a Harvard y tuve que optar por otra gran universidad, y pensé que Berkeley era afín a mis posibilidades. De todas formas no me arrepiento de la elección que hice hace siete años. Bueno la verdad es que sí me arrepiento de algunas cosas que hice hace siete años.

Cojo la cafetera que se encuentra encima de la encimera y me sirvo un poco de café, adoro el olor del café, y me siento en la mesa con mi taza humeante junto a Rachel que lee un artículo distraídamente.

-          Mira esto. –me pasa un pedazo del periódico y yo me lo acerco para leerlo mejor. –Stanford nena.

-          ¿El ´´Big Game''? –pregunto llevándome la taza a la boca. Sorbo un poco, está muy caliente así que le soplo.

-          Síp. –dice tomando una cucharada de cereales –Este año dicen que va a ser interesante, además me he estado informando y supuestamente los jugadores de este año están más buenos así que…

-          ¿No puedes pensar en otra cosa? –me rio, ella sacude la cabeza con una sonrisita –Eres increíble.

-          Lo sé. –toma otra cucharada y aparta la revista –Y… ¿vas a salir con Travis hoy?

-          Sí, bueno creo que sí. Ya sabes que esta atareado con la preparación al partido así que ya veremos si le apetece esta noche. –Rachel adopta una cara de compasión -¿Qué?

-          No finjas que no sabes lo que es. –niego con la cabeza y ella me toma de las manos –Usas a Travis.

-          ¿Qué? ¿Por qué dices eso?

-          Porque es obvio que a ti no te gusta. Vale es guapo e inteligente, pero no hay química entre vosotros. –aparto mi mirada de la suya que me atraviesa el cerebro y me levanto de la mesa camino a mi dormitorio.

Tiene toda la razón, uso a Travis porque  es la única manera de no pensar en lo que no tengo que pensar. Pero ya han pasado siete años, debería poder pasar página pero no puedo y eso me asusta demasiado como para ponerme a pensar el por qué.

Llevo saliendo con Travis desde hace tres años. No sé si lo que hacemos entra en el concepto de lo que cualquier chica de veinticinco años haría con su ´´novio'' pero bueno…

Hace siete años fui la persona más cobarde que ha estado sobre la tierra y sí, me arrepiento por ello. No debí irme y dejar a las que posiblemente sean las únicas personas que puedan estar en mi corazón, pero lo hice y ya no hay vuelta atrás.

A Finales de Verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora