Capítulo 10. Vive el momento.

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MIA.

Nada más entrar en la habitación de Jason me arrepiento de estar aquí. ¿A quién quería engañar diciéndole que me quedaría con él si no intentaba nada? Por Dios si seguro que la primera que quiere que intente algo soy yo. Es una grandísima mala idea. No puedo estar en un entorno cerrado y mayoritariamente privado con Jason Black sin querer poner mis manos en él cada cinco segundos.

Me doy golpes mentales mientras avanzo por un largo y estrecho pasillo agarrada como una lapa a su grande y firme mano.  Espero que no note como mis dedos tiemblan gracias al nerviosismo que se ha instalado en mi cuerpo por la anticipación. Le doy una ligera mirada y veo como las esquinas de su boca están curvadas hacía arriba por lo que debe de haber notado los nervios que afloran de mi cuerpo. Estaría avergonzada si no fuera porque el único sentimiento que mi cuerpo parece tener en este momento es una mezcla de espera y arrepentimiento.

Jason para en una de las puertas blancas que se encuentran por todas partes y coge el picaporte, pero la puerta no se abre. Pone un poco más de fuerza en la plana superficie y le da una patada a la madera que me sorprende y me alejo un poco. Jason me mira y al ver que me alejado, deja que sus ojos adopten una burla característica de él.

-          ¿Asustada? –murmura burlándose claramente de mí. Entrecierro mis ojos y le doy una amplía sonrisa.

-          ¿De Jason Black, el terror de las chicas? –le doy un golpe en el hombro -¿Qué chica no te tendría miedo? Ah, ya sé… yo.

Paso al interior de su cuarto antes de que le dé tiempo a invitarme él mismo. Poso mi mirada en toda la estancia con una sonrisa.

No recuerdo a la perfección como se veía el cuarto de Jason en el instituto, pero lo que recuerdo de él se parece demasiado a esto. Está lleno de posters de grupos de música, pero cuando digo lleno, significa que no hay un trozo de pared vacío a la vista. Recorro las caras conocidas de todos los cantantes que hay plasmados en esas fotos. Uno me llama especialmente la atención. Es de John Lennon y está colgado encima del cabecero de la cama. Es el que yo le regalé en su decimoctavo cumpleaños. Recuerdo que cuando se lo di me dio un abrazo que pudo durar minutos y yo me sentí… feliz. Puede que desde antes de ese momento sintiera algo por él y ni lo noté, solo estaba tan pendiente de Alec y nuestra relación que no me di cuenta de lo que había a mi alrededor, no me di cuenta de que Jason me veía como algo más que una amiga y puede que yo lo sintiera del mismo modo.

Siento a Jason a mi espalda y entonces coloca un brazo alrededor de mi cintura, acercándome a su pecho. Coloca el mentón encima de mi cabeza y yo cierro los ojos, saboreando su presencia, su tranquilizador olor, su tacto.

-          Ese es mi favorito. –susurra en mi cabeza. Su  respiración me hace cosquillas en el cuero cabelludo –Si tuviera que elegir cualquier cosa de esta habitación, elegiría ese poster.

Sonrío y coloco mis manos encima de las suyas en mi cintura. Acaricio con las yemas de mis dedos sus nudillos, y el suspira de satisfacción. Me muerdo el labio.

-          Creía que tu cantante favorito era Springsteen. –murmuro mirando el poster –Ese día estuve buscando por uno de él, pero solo encontré este. Pensé que te encantaría.

-          Y me encantó. Me hubiera gustado incluso si me hubieras regalado un papel en blanco. Cualquier cosa que viniera de ti habría sido el mejor regalo.

Esas palabras producen sensaciones cálidas y reconfortantes en lo más profundo de mi pecho. Debería sentirme mal por estar abrazada de esta manera tan íntima a él ya que estoy con otra persona, pero no lo siento. Me merezco estar así… cómoda por un tiempo. He estado siete años pensando en lo que haría si volviera a verle y ahora mismo él está aquí, conmigo. Creo que merezco dar unas horas de descanso a mi conciencia.

A Finales de Verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora