Capítulo 8. Te ves perfecta.

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Haley corrió hacia mi en el momento en que Nathan abrió la puerta delantera de la escuela y la mantuvo mientras yo caminaba al interior. La emoción en su rostro hizo que sus ojos verdes brillaran.

Sonreí esperando que me explicara la causa de su alegre comportamiento una mañana de viernes. Se detuvo y miro a Nate. El se aclaró la garganta.

—Um, te vere en unos minutos.— Se excusó con una sonrisa y se dirigió hacia mi casillero para llevar mis libros.

—Esta bien, se ha ido. Ahora, dime qué te tiene de tan buen espiritu esta manana.— Entrelazó su brazo con el mio y se acercó a mi oído.

Seguí la vertiginosa expresión de Haley, cuando mis ojos se encontraron con Harry. Anoche había combatido el sueño para ver si aparecía en mi dormitorio y me cantaba para dormir. No había venido. Verlo ahora me hizo querer dar un suspiro de alivio.

La idea de que podía no volver a verlo otra vez, me había asustado.

Observé, como perdida en un extraño sueño, cómo él sonrió y asintió con la cabeza al oír las palabras de Krishna. Oí a Haley diciendo algo a mi lado, pero sonaba como si estuviera a kilómetros de distancia.

Di un paso hacia él, incapaz de mirar hacia otro lado. Me sonrió, con su sexy sonrisa que producía unos perfectos hoyuelos. De repente, su sonrisa parecía de disculpa mientras, una vez más, se volvía hacia mí. Me quedé inmóvil, tratando de procesar lo que mis ojos veían.

—Está bien, Alice, vas a tener que salir de esto. Nathan está viniendo y si nota que estás mirando a Harry Styles como si quisieras devorarlo, va a ser un problema.

Quité los ojos del él y contemplé a mi amiga.

—¿Qué?— Me las arreglé para preguntar a través de las preguntas pululando en mi cabeza.

Haley sonrió y negó con la cabeza.

—Por Dios, chica, estás peor que yo. Por lo menos yo no me di un golpe cuando lo vi en la oficina más temprano. Por supuesto, él no parecía realmente preocupado por tu reacción. Lo que es una buena cosa, teniendo en cuenta que puedes parecer un poco acosadora.

Negué con la cabeza sin comprender. —¿Qué?— Pregunté de nuevo.

Cerré los ojos y respiré hondo y después los abrí para notar que Haley me miraba, con una expresión divertida en su rostro.

—El tipo parece que no puede apartar los ojos de ti. No es que lo pueda culpar.— Nate me pasó el brazo por los hombros y me atrajo como si necesitara aferrarse a mí.

Al instante la culpa me inundó. La forma en que me estremecía y me fundía cuando estoy cerca de Harry, no era justo para Nate. Un tirón extraño dentro de mí, convirtió todo alrededor y me hizo agarrarme al brazo de Nate en busca de apoyo. Era casi como si algún dominio de hierro estuviera tratando de obligarme a detenerme y dar marcha atrás.

—¿Estás bien?— La voz de Nate tenía preocupación. Sabía que él pensaba que había perdido mi mente. Nada acerca de la manera en que actuaba era cuerdo. Le sonreí tranquilizadoramente.

—Estoy bien.— Incapaz de luchar contra el tirón invisible, miré hacia atrás y mis ojos inmediatamente encontraron a Harry, sus ojos miraban directamente sobre mí. Incluso desde esta distancia, podía sentir el calor de su intensa mirada.

—Él parece escalofriante.— Murmuró Nate, mientras su mirada seguía la mía. Sacudí la cabeza de vuelta, furiosa conmigo misma por ceder y buscarle. La preocupación en la voz de Nate lo decía todo. Necesitaba controlarme.

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