Capítulo 11. No me dejes ir.

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A la mañana siguiente, Harry se había ido. Lo esperaba, pero aun así bajé corriendo las escaleras por si se hubiera quedado. Pasaron los días y Harry siguió ignorándome. Durante los días en la escuela continuó flirteando con Krishna.

Me volví invisible en cualquier sitio dónde él estuviese.

En Literatura él entraría al aula y se sentaría a mí lado sin reconocerme. Nada tenía sentido. No importó cuántas veces intenté hacer conversación y él permaneció en silencio. Una persona solo puede sufrir cierta cantidad de humillación y yo llene mi cuota. Si quería ignorarme, entonces está bien. Me daba por vencida.

—No voy a aceptar un no por respuesta. Si tengo que ir personalmente a tu casa y vestirte y luego llamar a Troye para que te recoja y te tire sobre su hombro para llevarte a la batalla de bandas, lo haré. No dudes de mí.—Haley puso una mano en su cintura y alzó la barbilla con determinación.

Discutir con ella cuando se ponía así era inútil.  Troye se rió entre dientes.

—La llevaré sobre mi hombro si tengo que hacerlo, pero tal vez deberíamos discutir primero el transporte con Nathan. No estoy realmente seguro de que vaya a querer que lleve a su chica cargada en mi hombro.

Haley sacudió su mano hacia él.

—¡Da igual! Él no le hará nada que ella no quiera hacer. Tú vas a tener que cargarla y yo voy a tener que hacer frente a Nathan y sentarme sobre él mientras ustedes escapan lejos.

Me reí y me sorprendió lo bien que se sintió.

—¿Qué es eso de ti sentándote sobre mí?— Preguntó Nate mientras se acercó y pasó su brazo alrededor de mi cintura.  Haley puso los ojos en blanco.

—Estoy intentando explicar a Alice que no voy a aceptar un NO por respuesta. Va a ir a la batalla de bandas esta noche y punto.

Nate me apretó ligeramente la cadera.

—¿Así que entonces hablamos de una posible situación de rehenes?— dijo con voz burlona.

Troye se rió entre dientes.

—Parece que sí.

Nate me miró, sonriendo maliciosamente.

—¿Quieres que salgamos corriendo y ver si pueden alcanzarnos?— Me reí y sacudí la cabeza.

—No, está bien. Iré si es tan importante para Haley.

Haley dejó escapar un suspiro demasiado dramático.

—Oh, bien, no tenía ganas de discutir con él.

—Hubiera sido divertido verte intentarlo.— Troye rió y me costó mucho no pensar que acababa de aceptar ir a la batalla de bandas en la playa.

Ver a Harry en el escenario con la misma guitarra en sus manos con la que me había tocado tantas noches y escuchar su voz siendo compartida con miles de personas, hicieron que el agujero que tengo en el corazón creciese. Si pudiera encontrar una forma para detener el dolor, lo haría. Nada parecía ayudar.

—Va a ser increíble, Alice. Ya sé que realmente no te importa lo de Styles, pero confía en mí, él sabe tocar.

Nate se rió entre dientes.

—No creo que tenga que preocuparme de que Alice comience a babear. One Direction no canta su tipo de música. Tengo la sensación que no estará allí por mucho tiempo.

Haley miró más a Nate.

—No le des ninguna idea o excusa. No estoy bromeando. Te patearé el trasero si siquiera miras a la salida de mala manera.— Nate echó la cabeza hacia atrás y rió.

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