6. A trabajar.

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Valentina estaba con un gorro desechable y un delantal puesto dentro de la cafetería. Había recibido la noticia de que debía trabajar en el campus y ese era su primer día. No le era sorpresa saberlo; sin embargo, se sentía bastante tonta al desconocer lo que se suponía debía hacer.

Pasó la tarjeta para hacer el clock in en la misteriosa máquina que marcaba la hora de llegada y la de salida en una tarjeta con su nombre, y caminó hacia la parte de la cocina de la cafetería. La cocinera estaba de espaldas a ella, eligiendo algunos ingredientes, hasta que se dio cuenta de su presencia.

-Buenos días-saludó la mujer de contextura gruesa sonriéndole antes de darse vuelta y comenzar a abrir paquetes y vaciarlos en una olla. -Soy Patsy, ¿tú?

-Valentina. Un placer.

-¡El despertador es una porquería!-se escuchó una voz masculina por la cafetería haciendo reír a la mujer. La máquina registrando la hora de llegada sonó.

Un chico de tez negra y cabello alborotado retenido por una bandana entró como un torbellino a la cocina y se puso el gorro junto con el delantal.

-¿Tengo que orientar a la nueva?-preguntó justo detrás de Valentina haciéndola respingar.

-Sí, Doug-murmuró Patsy ahora ocupada mezclando el contenido de la olla. Fruncía el ceño y entrecerraba los ojos. Murmuró algo inteligible antes de sacar el cucharon con en que mezclada y tapar la olla. - Quiero que seas amable como sueles serlo. ¿Podrías?

El deje de sarcasmo en la voz de la cocinera dejó en evidencia al chico que ya comenzaba a moverse con destreza en el reducido espacio. Él, huraño, gruñó mientras abría un frasco y depositaba un poco del contenido en una jarra. Llenó la misma con agua y comenzó a mezclarlo con agilidad dejando caer un poco de líquido sobre el mesón.

-¿Y tú qué esperas? ¿Una invitación?-le dijo bruscamente a Valentina mirándola una pequeñísima fracción de segundo antes de devolver su atención a la actividad que realizaba.

-¡Douglas!-le gritó Patsy desde el otro extremo.

--Okay, fine. Sólo porque la chica es sexy y no se ve tan perra como las otras. -habló entre dientes. - Dios, recuerdo cuando orienté a Melissa. Esa chica ni prestaba atención a lo que le explicaba; solo me hacía ojitos creyendo que así se libraría de hacer el trabajo.

La chica sonrió aproximándose a él y le presto atención a cada cosa que el chico decía. Trataba de imitar lo que el hacía y básicamente memorizaba lo que se suponía que tenía que hacer cuando trabajara por ella misma. A pesar de que él tenía un acento bastante marcado, ella captó la mayoría de lo que el chico le indicaba.

Él resultó siendo un completo bromista. Para cuando la comida estaba lista para servir, ya estaba siendo víctima de sus constantes apuntes picantes y bromas. Patsy dejó la comida lista para servir y se sentó con los chicos a comer unos 20 minutos antes de la hora de la comida, porque para cuando llegaran los demas estudiantes, ellos deberían comenzar a servirles la comida.

Los tres hablaban de cualquier cosa que se les ocurriera, haciendo un ambiente bastante cómodo. Las bromas de doble sentido por parte de Doug no se hicieron esperar y las palmadas de Patsy en sus brazos tampoco. Valentina solo los veia riendo entre bocado y bocado, era como ver un par de hermanos peleando. El tiempo se les hizo demasiado corto y no fue hasta que los chicos comenzaron a llegar a la cafetería que ellos se pusieron de pie y comenzaron a servir la comida.

-¿Quieres soap?-le preguntó Valentina a unos chicos de grados inferiores. Ellos la miraron con el ceño fruncido mirándose entre sí . Se encogieron de hombros finalmente y asintieron. Ella puso sopa en los platos y se las extendió. Los chicos agradecieron y continuaron caminando por la barra eligiendo lo que iban a comer cuando Doug la miro con una sonrisa burlona.

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