Al entrar en casa, abriendo la puerta de una patada, Hoseok vio una silueta durmiendo. Dejó las cosas en una esquina y caminó con prisa hacia él.
- Maldito vago – dijo en el mismo momento que quitaba la manta de un tirón, quedándose estático al no encontrarse con lo que esperaba ver – ¿Quién es ese? ¿Qué hace un hombre desnudo en la cama de Namjoon?
Namjoon entró con unas bolsas en ambas manos que soltó de inmediato al ver a Hoseok con la manta en la mano y el cuerpo desnudo del chico. Corrió tropezando con las mismas bolsas, cayó y al levantarse tumbó la banqueta del comedor.
- ¿Qué estás haciendo? – Inquirió quitándole la manta de un tirón para volver a cubrir la piel blanca del durmiente.
- ¿Qué ha pasado? – Notó como el menor cobijaba suavemente al chico, como si fuera lo más frágil del mundo.
- Estaba herido, fuera y... solo... tenía que curarlo.
- Está muy mal – Dijo Hoseok, al ver el mal aspecto del chico.
- Ya le ha bajado la fiebre, su herida está limpia y cuando despierte le daré medicamentos para prevenir una infección fuerte.
- Bien hecho Namjoon – Dijo la abuela que entraba en ese momento – Pero hay que cambiar el apósito de vez en cuando y vendar el torso por si tiene algún esguince o fractura – Namjoon asintió.
- Ya sé porque tiene tantas grietas la puerta – Reclamó al menor.
- ¿Mm?
- Ni esas placas aguantarán todos los días esos golpes – apuntó la puerta ya terminada.
- Tenía las manos ocupadas – protestó, intentando hacerle sonreír con gestos tiernos.
- No caeré ante tus "encantos" – apuntó.
- Hijos – llamó la atención la abuela – deberíamos comer y descansar – La sirena del toque de queda había sonado mientras hablaban.
Comieron en silencio y con las luces apagadas, pensando en que los guardias podrían volver por ese bloque "No tenemos que llamar la atención" había dicho Namjoon. Pensaba que podrían estar buscando al chico que curó.
- Has dejado ese pasillo como los chorros del oro – comentó Hoseok mientras ayudaba a recoger los platos – nunca lo había visto tan limpio.
- Ya – dijo distraído. Pensaba en si había dejado alguna pista fuera ¿lo encontrarían los guardias?
- ¿Estás bien Nam?
- Estoy bien, estaba pensando en que mañana saldré con el carnicero.
- Eso es buena idea, necesitamos proteínas.
- Sí.
- Estás adelgazando.
- No, que va – mostró sus bíceps – pronto te ganaré – ambos sonrieron intentando hacer el menor ruido. La abuela los observaba con una enorme sonrisa.
- Me iré primero – dijo la anciana – esta noche dormiré como un tronco.
- Siempre duermes así abuela – dijo Hoseok, los tres sonrieron divertidos. La abuela corrió las cortinas que separaban su cama.
Al terminar, ambos caminaron al sofá, se sentían agotados, incluso suspiraron al mismo tiempo.
- Te ayudaré a poner la cama – pronunció Hoseok lentamente, después de un gran bostezo.
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Blaze [NamJin]
Fiksi PenggemarUna tormenta solar destruyó parte de la tierra. Después, y sin dejar tiempo a que nadie se recuperara, una segunda ola de abrasante calor arrasó lo que quedaba de la maltrecha humanidad, obligando a los pocos supervivientes a esconderse bajo tierra...