Capítulo 12.

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Jin y Namjoon caminaban por el sendero estrecho que separaba un montón de árboles secos apilados a un lado y la hierba alta enredada en los abetos secos al otro, se podía ver algunas dunas que habían enterrado plantas al escabullirse entre los árboles que formaban el límite del oasis.

Ya estaban llegando al final del sendero, donde se expandían árboles frondosos entre hierba alta con un tono más brillante, abetos y flores coloridas, un gran contraste en el paisaje que a todos los que pasaban por ahí les sorprendía.

A Jin le gustaba estirar los brazos y sentir el tacto de la hierba fina y los pétalos rozar sus manos, por fin era libre, podía sentir la brisa natural y caminar sin preocuparse de prácticamente nada, con nuevos amigos, unas buenas personas que se protegían mutuamente y la nueva sensación de estar en el exterior se sentía feliz en ese momento.

Parecía que estaban destinados a encontrarse... por una vez el destino le sonreía a pesar de que el trayecto hasta entonces había sido duro.

Por fin llegaron a su tramo favorito, a penas pasaron el último tronco muerto estiró sus manos sonriendo, pero algo lo detuvo; al regresar la vista atrás, la bolsa de la fruta se terminó de rasgar y los frutos empezaron a caer sin control, se había enganchado en el último tronco.

Namjoon, que había estado delante dejó sus alforjas a un lado al escuchar como Jin se quejaba, en seguida fue a ayudar.

Llevaron la fruta que había sobrevivido a la caída hasta las otras bolsas.

- Se ha estropeado toda la fruta - se quejó Namjoon arrodillándose frente a las alforjas tras un suspiro.

- Lo siento - se disculpó Jin mientras llenaba la otra bolsa. Sus manos estaban con el jugo de la fruta en sus manos, se quedó mirándolas.

- No importa Jin, yo no quería - miró la cabeza gacha se su compañero - no quería...

Jin le lanzó una fruta interrumpiendo así su tartamudeo.

- Pruébala - le dijo ofreciéndole una media sonrisa - están deliciosas.

Namjoon le sonrió ampliamente a antes de darle un mordisco a la pieza; estaba jugosa, dulce, con un toque ácido agradable al paladar y una textura suave que se derretía en su boca.

- Esta es la mejor fruta que he probado - comentó antes de darle otro mordisco - estupenda - continuó con la boca llena.

- Sí - dio la razón Jin y mordió la fruta.

El jugo se resbaló por su boca, un hilo de agua del manjar se escapó por la comisura de sus labios, se la limpió sutilmente con la lengua, saboreando hasta la última gota.

- Espera - le dijo Namjoon antes de que Jin comiera otro pedazo - tienes un poco... - pasó su pulgar por el labio inferior de Jin.

Las ganas de besarle eran inmensas, pero esta vez no lo haría, lo habían pasado muy bien ese día, hace mucho que eran muy cercanos y no quería estropearlo. Su boca le pedía probar con más ganas el sabor de esos labios carnosos que la dulce fruta, pero se contuvo, estaba tan cerca... le costó separarse de él.

A Jin le dio un vuelco el corazón, la zona donde Namjoon lo había tocado permanecía con un cosquilleo, él también quería besarle.

- Gracias - le sonrió mientras se tocaba el labio, la sensación no se iba.

- De nada.

Namjoon mordió una vez más la fruta, con alegría, se manchó los labios.

Que bonitos, carnosos y mucho más apetecibles que la misma fruta ¿por qué evitarlo? Se preguntó Jin. No quiso impedir ningún impulso que su cuerpo hacía.

Blaze [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora