Restableciendo la conexión, anunció el ordenador, y como si de un juego se tratase me encontré a mi misma escribiendo estas letras mientras pensaba en ti, para variar. Y tal vez fue el destino, la casualidad, o poner videos aleatorios en Youtube, pero de repente escuché tu nombre. No eras, tu, no eras (mi) tu. Quitando toda la posesividad al "mi" obviamente, sabes que me gusta ser libre... tan solo quería decir que no eres tú, si no la idea de quien eres tú que tengo yo. Quizás no me entiendes, o tal vez si, siempre me sorprendes.
Me pregunto que mierdas hago escribiendo sobre ti, o tal vez sobre el mundo, a estas horas de la noche y con medio dossier por hacer, para entregarlo mañana. Como si a mi me importase una mierda dejar de ser una marioneta, con sus estudios, con su bachillerato, con su universidad. No cambies mucho, no vayas a ser diferente. Realmente si me pregunto algo es por ti, no por el hecho de dejar de hacer gilipolleces para un futuro irreal. Me pregunto que que mierdas hago pensando en ti, cuando de hecho ya casi no lo estoy haciendo, supongo que es más la inercia que la propia voluntad, el escribir sobre ti. Normal, eras mi inspiración, siempre supiste más de letras que yo. Tampoco llego a entender que porqué te he dejado, como si fueras un monstruo, como si fueras horrible, como si no te quisiera. Ojalá, joder, me atreviese a susurrarte, bajito y con miedo, que aquí el monstruo soy yo, siempre soy yo. Tal vez estaría bien olvidarte si no quisiera que tuviésemos más recuerdos, tal vez estaría bien olvidarte si tu no hicieses poesía con las miradas. Tal vez estaría bien olvidarte si por hacerlo, de una jodida vez me dispararan.
He decidido aislarme, lo otro ya lo intenté demasiadas veces. He decidido aislarme, al menos de ti y no sé muy bien porqué. Explícamelo tu, que siempre has sabido más de letras. Explícamelo tú y ya de paso explícame porque quieres que me quede... ¿Me guardas un secreto? Necesito sentirme querida, indispensable, sé que siendo así nadie me abandonará, no podrán. Millones de veces he comentado mi idiota fobia a las pelotas, pero es ahora, pensando demasiado en mi, que caigo en que mi miedo tal vez soy yo misma. Es lo que tiene estar solo, tu mismo te haces compañía. Y tal vez sea miedo a mi o tal vez sea miedo al abandono, aunque, de verdad, no sé a quien pretendo engañar, el miedo es real es a que tu te vayas a marchar.
Quiero decirte, telepáticamente mientras escribo esto, que de verdad lo siento, que en realidad quiero que me eches de menos pero no quiero que me eches de menos. No quiero serte insignificante ¿sabes? tampoco quiero que me olvides, tampoco quiero echarte de menos, ni que pienses que para mí eres insignificante. Aunque de tantas veces que lo he pensado y escrito acaba sin tener sentido, quiero decirte que te quiero. Ojalá, joder, estar a tu lado en vez de estar aquí plantada porque me he alejado. Ojalá me eches de menos, ojalá no me eches de menos...Te echaré de menos. ¿Sabes que te quiero?