Creo que nunca
habrán las suficientes palabras
para poder explicar
, completamente,
la sensación de una mirada.
No cualquier mirada
-sino de esas,
a las que llaman magia.
De las que despiertas sin saber
muy bien dónde coño estas
y sabiendo demasiado bien
donde está el coño.
Que quema(s).
Me gusta la gente
que puede excitarte
con, tan solo,
mirarte. El alma.
Menuda(s) idiota(s), excusas,
para- no- decirte
que el que me gustas, tal vez,
seas tu.
Con tus miradas.
- y sin ellas.
Comiendome.
Y creo que esto
-no solo el poema
si no tambien yo-
es una mierda.
Pero, joder,
gracias.
No te asustes
- y si lo haces-
muérdeme.
Corre. Te.
(quiero)