Capitulo 6

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Encontré un nido donde esconderme a pensar, una casucha de madera tosca, habitada por una pareja de viejos campesinos. Es un sitio inaccesible donde no llegan turistas, una garganta salvaje de monte, llena del ruido de un torrente que se vuelve niebla al rodar entre enormes pedregones negros y sombreado por pinos y castaños altísimos. He escrito a París pidiendo que me manden a Interlaken una multitud de cosas que me hacen falta, y voy mañana a treparme a mi picacho sin llevar más libros que unos estudios de prehistoria americana, escritos por un alemán y unos tratados de botánica. Siento una emoción rara al pensar en mi escondite.

De Sobremesa - José Asunción SilvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora