En la secundaria de Serena entregaban todos los años becas universitarias. Algo bastante común, sino fuera porque este año concederían becas internacionales a cinco de los mejores estudiantes: Serena Tsukino estaba considerada dentro de uno de los puestos.
Darien no daba crédito a lo que escuchaban sus oídos, mientras Rin y los demás profesores lo debatían. ¿Acaso ya era el día de los inocentes...? Porque de verdad se oía como un chiste de muy mal gusto.
La joven fue la peor pesadilla de los profesores durante los primeros años de secundaria pero después de que Darien se involucró dentro de su vida, las calificaciones de ella habían dado un rotundo giro, aunque más que giro se elevaron hacía arriba. Prácticamente eran perfectas.
Rin, la directora, consideraba que entre tanta pereza acumulada seguramente existía un verdadero genio que nunca había sido explotado en un ciento por ciento. Todo venía a consecuencia de un artículo muy interesante que había leído "Seis señales absolutamente científicas de que podrías ser un genio sin saberlo."
Además era partidaria de una frase atribuida a Einstein: "Si una mesa repleta es una señal de una mente repleta, entonces, ¿qué debemos pensar de una mesa vacía?"Mientras algunos estaban mecanizados como robots a seguir normas sociales, Serena parecía una regla a la excepción. Un ser vivo incomprensible. Ella con su torpe andar, siempre impuntual y con una tendencia a dormirse en clase que ya se había convertido en su distintivo. Sin embargo, al ser Serena Tsukino, no era algo muy certero de saber.
Los profesores optaron por ir con tiento. Le harían algunos exámenes para ver si ella estaba académicamente apta para la beca, independientemente de que la beca también exigía desde la universidad un examen de evaluación.
¿Y quien había sido estipulado entre todo los profesores para darle la gran noticia a la joven Tsukino?
Sí.
Como si el destino estuviera en su contra...
Cabello negro y ojos azules. Atractivo, joven e inteligente.
Darien. El que era a veces Chiba, a veces Shields.
Prefería ir a hablar con la familia Mizuno (Amy, una chica misteriosa, tímida e inteligente, que llegó a tener como alumna), o los Taylor (Kelvin, no era necesario entrar en detalles, el chico se lo merecía), también estaban los Kino (una tal Lita que no conocía) o los Satoro (no sabía ni el nombre) considerados dentro de las becas, pero no, debía ir con los Tsukino, sólo por la simple razón de que él fue quien sacó a relucir el lado más brillante de Serena. ¡Debía ser él quien le diera la noticia sobre la beca a la familia! (en eso concordaban los odiosos profesores)
Y allí se hallaba Darien, con todo el valor acumulado, golpeando la puerta de la casa de los Tsukino.
—Bien, seguro no hay nadie —aseguró con voz de nada, dándose media vuelta.
Bien, ¡ya había cumplido con lo que tenía que hacer! Nadie se encontraba en la casa de Serena, no era culpa de él. Iba a hacerse el desatendido sobre esa cuestión de la beca que, sin admitirlo, le causaba cierta... ¿felicidad?, ¿tristeza?
No estaba seguro. Capaz que había un punto intermedio, balanceándose entre un "estoy orgulloso de ella, se lo merece", y un dubitativo con tintes melancólicos "se va a ir lejos, tal vez no la vea nunca más..."
La puerta se abrió de par en par.
—¿Darien?
Escuchó ese dulce timbre, tan afrodisíaco como el canto de una sirena pero que últimamente le resultaba odioso. Endureció sus facciones y giró sobre sus propios pasos, atreviéndose a mirarla frente a frente.
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♡ La niña de mis ojos 2: Revelación (Sailor Moon)
RomanceContinuación del fanfic "La niña de mis ojos 1"- Después de aceptar los sentimientos del uno y del otro, finalmente llega la prueba más grande. Darien se ha olvidado de ella. ¿De verdad el amor lo puede vencer todo? ♡ COMPLETO Dibujo de portada por...