Dormir hasta las tres de la madrugada, levantarse a las cinco de la mañana, da como resultado dos horas de sueño diarias y veintidós horas despierta. Escuela, trabajo, ensayos, eventos, compromisos, deporte, fiestas, amigos, familia...
Al final del día solo quiero dormir, la noche es pacífica, tan callada que solo tú mismo te escuchas.
Silencio, es lo único que se escucha, cierras los ojos y sueñas de nuevo, historias de tu mente.