Capítulo 17

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Al día siguiente.

Ignazio me invitó a desayunar, me aliste, y me dirigí a una cafetería que era nueva pero cómoda, me senté a esperarlo, divagando estaba cuando alguien me tapo los ojos con las manos.

-Buenos días guapaaaa- Dijo una voz que ya era conocida para mi

-Hola Igny! Bongiorno, ¿Cómo estás?- Dije sonriendo, no podía estar más feliz de verlo.

-Principessa! Déjame decirte que estas muy guapa el día de hoy. Bueno, en realidad tu no solo estas hermosa, eres hermosa.- Dijo con su acento italiano que tanto adoraba

Muy en el fondo, sabía que me gustaba Ignazio, desde el primer momento que lo vi, pero por tonta caí en las garras de Jose, es algo que no me perdonaría, poco a poco iba floreciendo este amor que tengo hacía Ignazio.

-Gracias guapo, tu siempre te ves bien- Le respondí con una sonrisa en el rostro. Este hombre me hacía sentir mil cosas a la vez.

-Bien, supongo que querrás saber por qué te cite tan temprano.- Me dijo un poco misterioso. Adoraba que hiciera pucheros

-Sí, no eres de sacarme temprano, pues sabes muy bien que no me gusta madrugar- Dije sonrojándome, es enserio Victoria, ya tan temprano y estás haciendo eso. Dijo mi subconsciente amado,

-Sí, sabes que adoro que te sonrojes, bueno adoro muchas cosas de ti- Dijo tomándome las manos, y las beso delicadamente

-Hay Ignazio- Dije poniéndome aún más sonrojada, este hombre era el mejor.

-Hay algo que he querido decirte desde hace meses, bueno, fue algo curioso- Dijo sonriendo- Estoy enamorado de ti, desde que te vi en el hospital cuando acababas de despertar, mi corazón me indicó que tú, eras para mí, por eso me dolió lo que pasó con Jose, se había adelantado, pero es algo que claro está, en el pasado quedará.- Se calló un segundo, respiro y luego prosiguió- Ahora, me toca preguntarte algo, tu sientes lo mismo por mí- Dijo esperando por una respuesta

Dentro de mi mente pasaban muchas imágenes, el hospital, la pelea que tuvimos con Jose, ese momento en el cual ellos se peleaban y no sabía por qué era, y simplemente sonreí.

-Sí, siento lo mismo por ti- Dije sonriendo como boba, la verdad es que una declaración así, jamás en mi vida, adoraba a este hombre.

-Principessa, entonces, que dices, quisieras conocerme un poco más.- Dijo el sinceramente, todo encajaba nuevamente.

-Claro, paso por paso, quiero ser feliz, pero junto a una persona que me valore,-Dije un poco apagada, no entendía que me pasaba, quería iniciar una historia junto a él, pero me daba miedo.

-No te lo diré, haré que te sientas bien, te quiero mucho- Dijo emocionado- Sabes lo que significas para mí, y que me des esta oportunidad- Dijo besando mis nudillos.- Prometo hacerte reír y apoyarte en todo momento.- Con eso termino de convencerme.

-Está bien, me parece bien.- Dije emocionada, un nuevo comienzo.

Luego charlamos de todo un poco, me llevó a una sala de audiencias, pues hablaría con un Juez de muchísimo prestigio para poder ser su auxiliar, y llegar a tener una pasantía.

Al entrar a la torre de tribunales, sentí un feo escalofrío por mi espalda, instintivamente vi hacía atrás pero no logré ver algo, todo me salió de maravilla, comenzaría la semana siguiente. Me indicaron quien sería mi compañera de trabajo y me llevé una sorpresa gigante.

-¿Ana Isabel?- Dije riendo

-Vickyyyyyyyyyyyy, que pasó contigo amiga, ya no supe de ti, dime por favor que terminaste con ese patán- Dijo abrazándome muy fuerte, ella se había enterado por una amiga muy cercana a Jose que habíamos terminado en muy malos términos.

Cuando termine con Jose, no le dije a nadie sobre lo que había pasado, elimine mis redes sociales, y como cambie de teléfono y destruí el SIM, perdí todos mis contactos, por eso no había hablado con Ana Isabel.

-Siiiiiiiiiiii, hace meses, lo descubrí engañándome- Dije algo indiferente.- Pero bueno lo pasado pasado.-Dije sonriendo

-Animoooooooooooooooo, al menos ¿Ignazio está contigo?- Dijo dando una carcajada

-Algo así, nos dimos una oportunidad- Dije poniéndome como un tomate de lo sonrojada

-Vamos amiga, esto merece celebrar- Y fuimos a una cafetería cerca de la torre de tribunales.

Al llegar a mi casa ayude a mi mamá, como ahora estaba con lo del embarazo sería un problema, me aliste y antes de salir le conté sobre Ignazio, ella se emocionó muchísimo.

Un día perfecto

Mi doctor y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora