Capítulo 2

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Oh por Dios.... ¡Mi doctor es guapísimo!

-Si doctor, recién despierto, cuanto tiempo llevo aquí.-Dije curiosa, la verdad es que no tenía ni idea de quien me había traído o que era lo que había pasado.

-Verá señorita Anderson, usted lleva más de 24 horas inconsciente, y esto debido a la falta de glucosa en su organismo, lo cual junto con su estrés emocional la llevaron a un desmayo, por lo que se le administro un medicamento y suero para que recuperará la glucosa en su sangre, así evitando un nuevo desmayo.- Dijo con el ceño fruncido cuando se acercó a tomar unos papeles que se encontraban al pie de la cama - Ya veo, su amigo proporcionó todos sus datos, puede decirme si recuerda exactamente qué fue lo que sucedió antes de desmayarse.- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Pero no estaba prestándole atención mi vista se posó en él, ¡Madre mía!, este doctor es guapísimo, me fijo en sus ojos, de color avellana, su pelo, castaño y revuelto, su cara, ¿Qué puedo decir? parece salido de una revista de modelos. En ese momento mi doctor carraspeo y me trajo de vuelta a la realidad.

-Señorita - dijo carraspeando su garganta.- Necesito que me diga lo que recuerda antes de desmayarse- Dijo ahora más serio.

-Esto, bueno, lo único que recuerdo es haber estado en una audiencia y de pronto no respondían mis brazos y piernas y vi todo negro y solo eso, supongo - dije algo preocupada, ya que sabía que este pequeño incidente me costaría muchos puntos en mi clase. Sabía que debía aprobar con honores esa clase, ya que puntos menos o una mala ejecución de esta audiencia y le podría decir adiós a mi oportunidad de prácticas profesionales o de mi promedio.

-Comprendo, bueno señorita Anderson, le estaremos realizando más exámenes ya que como le indique anteriormente debemos nivelar los niveles de glucosa en su sangre.- Dijo nuevamente con esa sonrisa tan hermosa.-Por lo que deberá guardar reposo y una enfermera vendrá en unas horas a servirle una comida ya que despertó.-Siéntase cómoda y si necesita algo más mis compañeros estamos para servirle ya pasaré a revisarla en un par de horas.-Dijo sonriente

-Gracias, sólo una pregunta más, ¿Cuando me darán el alta? - dije preocupada, enserio Victoria, lo único que te interesa es esa audiencia, me regaño mentalmente.

-Cuando tengamos los resultados de los nuevos análisis, si me interesa saber si logramos subir los niveles en su cuerpo ya que así podré darle una fecha en específico para el alta, por lo que entiendo debe reanudar sus laborales estudiantiles.-Dijo un poco juguetón.

-Claro, es lo que más me importa en este momento, siento que si no regreso a la universidad perderé todo. Además me sentiría más cómoda si me trata de tu- le dije, pero su cara cambio y me dije mentalmente "La has arruinado", pero a ver Victoria como se te ocurre decirle eso al médico, ¿Quién sabe cuántos años tiene? O si está casado.

- Si Victoria, con el mismo concepto para ti, que me tutees, claro si te sientes cómoda - dijo casi saliendo de la habitación, la verdad es que había sido entretenido hablar con él, a pesar de todo estaba muy preocupada- No olvides llamar a la enfermera cuando necesites algo.- Y salió de la habitación.

Luego recuerdo que Jose estaba durmiendo cerca de mi cama, y le comienzo a pellizcar suavemente los vellos de su brazo, siempre ha dicho que le gusta que le haga eso, pero parece que lleva varias horas dormido, él siempre me ha contado que parece un tronco cuando sueña, que debe ser algo muy fuerte lo que lo despierta porque de lo contrario el seguiría durmiendo. Comencé a jalar de sus vellos un poco más fuerte para ver si así reaccionaba o comencé a replantear la idea de pellizcar su barba, él es el único chico que he soportado con barba, siento que si no se quitan eso parecen Dumbledore o peor aún Santa Claus. Parecía funcionar pues poco a poco comenzó a bostezar.

-Ah, no 5 minutos más, no me quiero levantar, solo quiero que ella este bien, no me saquen de la habitación por favor - dijo bostezando, la verdad es que era la primera vez que lo veía así, tan juvenil y despreocupado.
-Ah no, ya descansaste mucho tiempo, ahora te toca aguantarme que voy para lago - le dije riendo muchísimo
-Vicky.- dijo y me abrazo.-Creí que te perdía, cuando te desmayaste, el licenciado paro la audiencia y llamó a una ambulancia, yo vine contigo, no quería que te pasara nada, no despertabas, pase muy angustiado, por favor no vuelvas a hacer eso.- Dijo algo sonrojado, la verdad es que Jose ha sido un buen amigo y lo quiero mucho.
-Gracias, Jose enserio te como a besos, eres un amigo súper increíble, gracias por nunca abandonarme, pero ¿Qué pasará con los puntos de esta audiencia?- le dije preocupada, detesto sentirme así.- Por favor dime que pasará con nuestra audiencia, no digas que por mi culpa perdimos esos puntos tan valiosos.-Dije cabizbaja, no quiero perder esto.
-La tendremos que volver a repetir, lo importante es que te sientas bien.- Dijo dándome un beso en la frente.- Veré si puedo conseguir algo para que comas, por cierto, tus padres han estado aquí, ya sabes, están abajo los llamaré.- Dijo sonriendo, cosa que me pareció muy tierna, estaba por salir de la habitación cuando lo detuve.

-Por favor no me dejes sola.- Dije nerviosa.- No sé ni qué hora es pero por favor no te vayas, puedes quedarte un rato más.-Dije en tono suplicante, enfrentarme a mis padres no iba a ser tarea fácil, ya que ellos exigen perfección y pocas veces he podido llenar sus altas expectativas, y sé que esto será un error que me reprocharan hasta el último momento de mi existencia.

-Como gustes princesa, sabes que aquí estoy para apoyarte y estar a tu lado.-Dijo mientras le enviaba un texto a mis padres para que pudieran subir a verme

Jose es un amor, lo quiero mucho, hay algunas cosas que son misteriosas de él, pero supongo que de a poco se ha ido ganando mi frio corazón de una futura abogada, mientras charlábamos con Jose, mi mente divago y me dio sueño nuevamente y caí en los brazos de Morfeo.

En mi sueños debía elegir entre un chico que me conocía pero a la vez me ocultaba cosas y un chico que me iluminaba y no podía ver bien quien era, ambos chicos me resultaban conocidos, al despertar y pensar en ese sueño, lo único que se me ocurrió pensar fue: "Definitivamente estaba muy anestesiada o llena de medicinas"

Mi doctor y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora