Capitulo 31

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Y llegó el día tan esperado, hoy por fin, uno de mis sueños se haría realidad.

Desperté temprano ya que la maquillista y la chica del salón terminarían de alistarme en mi habitación , mi mamá lloró al pensar que sería la última vez que despertaría con ellos, no la culpo, yo también lloré, estamos sensibilonas.

A eso del medio día, un mensajero llegó con una caja gigante. Cuando la destape había una tiara y mi bouquet, la tiara era exquisita, era delicada y preciosa, mi bouquet... que le diré, me quede sorprendida, eran casi 50 tulipanes que iban formando un corazón, era extraño pero me encanto. También había una nota dentro.

"Falta poco para que seas la Sra Razioli, me encanta esta idea, los señores Razioli, te amo nena"

Llore al ver la nota, este hombre me tiene loca.

Implementaron la tiara a mi peinado, y debo decir que quedo encantador, era sobrio pero elegante, pero mi madre insistió que para ponerme el vestido me vendarían los ojos, literalmente vería mi vestido hasta que me tocara llegar a la puerta de la iglesia.

Mi madre y unas damas de honor me ayudaron a ponerme el vestido, claro esta y debo recalcar que me vendaron los ojos. Los nervios comenzaban a crecer en mi estomago, no se como llegue a esto, el día de MI boda, no puedo decir, cuantas veces espere este momento durante toda mi vida pero debo asegurarles, que cada vez, es más bonito, estoy encantada con la idea de la boda, la recepción y la luna de miel, pero sobre todo de comenzar un nuevo capítulo en mi vida.

Estaba sumida en mis pensamientos cuando sentí la mano de mi madre, para ayudarme a salir del carro, como es tradición en Italia, baje de un Fiat, mismo que nos llevaría hasta la recepción junto a Ignazio.

Y allí fue cuando me quitaron la venda, el vestido era hermoso, delicado, de encaje y por supuesto de un impoluto blanco, era precioso. Mi padre discretamente se seco unas lagrimas que corrían por sus mejillas, inmediatamente me tire a los brazos de mi padre. Y me dijo al oído.

-Hija, no puedo creer, que hace unos años eras una chiquilla que correteaba por toda la casa en su pijama y coletas, y que el tiempo convirtió a la hermosa mujer que tengo frente a mi. Espero que seas muy feliz en tu matrimonio, que aprendas que la vida no se soluciona con gritos y peleas si no con amor y dedicación, te amo mi mágica princesa."

-Gracias por apoyarme siempre papá-Dije sin más y lo abrace-Te amo, y siempre siempre, serás el primer hombre en mi vida, y siempre seré tu pequeñaja.-Dije riendo.

-Vamos amor mío.- Dijo y me tomó de la mano.

Y entramos a la Iglesia.

Mi doctor y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora