Al despedirme de la familia de mi "novia" decidí ir a ver a mi verdadero amor, Milersy, mi amor hacía Victoria, no es nada más algo pasajero, ya saben un hombre necesita satisfacer sus necesidades, además ya estoy un poco grande para saber lo que quiero, algo sin compromisos, ya bastante tuve en el pasado, cosa que no me gusta recordar, pues deje todo a un lado para vivir el verdadero amor junto a ella.
Al estacionar mi carro, vi como salía mi chica, me besó y me rodeo el cuello con sus brazos antes de decirme "Te esperaba corazón" y entramos a su casa, a pasar un rato, bueno dejo esto a su imaginación. La verdad es que disfruto de su compañía, nos complementamos en el ámbito salvaje y sensual, luego de irme de su casa, decidí que lo mejor era descansar, pues sabía que mañana aunque no iría a la universidad debía salir con mi amor.
Al día siguiente, Milersy me invito a la casa de sus padres, debíamos tratar unos acuerdos con sus padres, ya que ellos me darían trabajo en su empresa como representante legal luego de graduarme como abogado. Cosa que como comprenderán, es muy necesario, ya que los abogados recién graduados no son muy remunerados en nuestro país.
-Señores, Tengan muy buenas tardes puedo preguntarles ¿Cómo se encuentran el día de hoy?- Dije educadamente, la verdad es que me llevaba bien con ambos y eso me agradaba, pues ya saben siempre causar buena impresión con la familia de mi chica. Irónico estimado Jose, lo mismo te pidió Victoria. Tonta conciencia si ya lo sé.
-Hay Jose por favor, ya han pasado once años, y sigues siendo muy caballeroso, mejor hombre no pudo haber encontrado mi niña.-Dijo sonriente el padre, si señores mi suegro es el mejor.
-Si papá, él es el mejor novio del mundo, la verdad es que es lo mejor que me pudo pasar en este mundo- Dijo mi amor guiñándome el ojo con picardía, sabía lo que esas palabras significaba.
-Me gustaría verlos casados algún día chicos,-Dijo su madre, hay señora, se lo he pedido a mi chica pero ella ha dicho que hay que esperar más tiempo.
-Si amor, sería bonito- Dijo su padre abrazándola, la verdad esa escena era muy tierna, mis suegros siempre han demostrado una unión increíble, y llegar a pensar que mi chica deshizo algo igual, sacudo la cabeza, no es momento de lamentarse, estoy con ella y es lo mejor.
-Quien sabe que vueltas de la vida- Dije tímidamente. Tome a Milersy y la abrace. La verdad es que este asunto con Victoria no había hecho más que martirizarme, pienso en ella todo el tiempo.
Luego de despedirme de los padres de mí chica y de ella, subí a mi carro y me dirigí hacía mi casa, encendí mi teléfono de nuevo, lo apago, como saben no quiero que Victoria ni Milersy se den cuenta de la existencia de ambas. Al encenderlo veo varias llamadas de mí princesa, si, tal vez sea egoísta al llamarla así pero es que no puedo dejar de hacerlo, la quiero y decido llamarla.
-Princesa, perdona, ¿Cómo ha estado mi niña bella?- Dije tratando de sonar alegre, la verdad es que como les dije la quiero pero pienso en todo lo que hago pero me arrepiento, aunque estar con ellas es lo que más quiero.
-Mi vida, no he sabido de ti desde anoche, espero que todo esté en orden- Dijo con un poco de angustia. Mi princesa, se ha preocupado por mí y yo aquí saliendo de la casa de mi verdadera novia. Que cuernos los que le pones a la chica.
-Si cielo, es que hoy no fui a la universidad porque tenía mucho trabajo atrasado y sabes que detesto descuidar lo académico y lo financiero, sabes bien que mi negocio es muy importante también, disculpa, por eso mi teléfono ha estado muerto- Dije para tranquilizarla, mi mente sigue divagando en todo momento.
-Bueno, entonces, te veo mañana- Dijo con un poco de alegría, hay nena si supieras todo.
-Sí, no se te olvide llegar formal mañana, así terminamos el juicio.- De allí surgió mi idea malévola, debo conquistarla de alguna manera, bueno ya es "mi novia", veamos si por amor hace algo.
-Si amor, hasta mañana. Sueña conmigo- Dijo inocentemente. Ja, claro, soñare con Milersy, ella es el amor de mi vida, veamos hasta cuando ella es capaz de resistirse a mis encantos.
Al día siguiente, decidí empezar a utilizar mis encantos, me rasure bien, me puse mucha colonia, la cual sabía que era la favorita de ella, me puse mi mejor traje, con la corbata que más le gustaba y decidí comprarle unas rosas. No sé qué obsesión tengo con regalarle rosas blancas a Victoria, pero me encantan.
Al llegar, la vi, estaba tan inocente sentada en su escritorio frunciendo el ceño, ya que leía la sentencia del expediente que nos había dado el licenciado, su vestido rojo combinaba con mi corbata, así que decidí acercarme sin que se diera cuenta y le estampe un sonoro beso en su mejilla, la verdad es que ella es hermosa, la quiero para mí, pero sé que soy un malnacido si hago eso. Pues mira subconsciente me vale, la quiero y ya.
-Gracias amor, no debiste.-Dijo mientras me abrazaba, adoro sus abrazos.
-Todo por mi princesa.-Dije dándole un beso en la coronilla.- Buenos días guapura- Le dije enseñándole las rosas y dándole un beso en sus labios. Ella sonrojo de inmediato. Adoraba esos gestos en ella. Bien mi plan está funcionando.
-Buenos días guapo.-Dijo sonriendo.- ¿Te encuentras listo para nuestra audiencia?-Dijo emocionada, la verdad es que el papel que me toca realizar no es complicado, solo apoyo sus decisiones y corrijo si se encuentra mal.
-Algo así, sabes que no debes estar nerviosa, nos ira muy bien en esta presentación.- Dije tímidamente, la verdad es que ella es brillante, puedo por qué la envidia de todos, pero por el momento debíamos de concentrarnos en la audiencia.
-Por favor, los que estén pendiente de audiencia pasen adelante.- Dijo el licenciado, nuestro momento había llegado.
ESTÁS LEYENDO
Mi doctor y yo
RomantizmQuien diría que una cita con el médico, cambiaría todo en mi vida, el cambió mi mundo de pies a cabeza. Puesto #76 en Romance 26/11/2016 Puesto #97 en Romance 29/11/2016