Parte 17 Rutas guíadas y soluciones (Segunda parte)

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A Evan le recorrió la espalda un escalofrío y tragó silenciosamente saliva, tratando de no tener la boca tan seca.

- Bien, tengamos en cuenta el detalle de la sangre. Según los informes del laboratorio Yokomizo, nuestra víctima, tomaba un medicamento para un problema, a mi parecer, muy interesante. Tenía una enfermedad en la sangre, llamada hemofilicia*, que es un trastorno de coagulación (como él todavía era joven, probablemente era hereditario) y necesitaba tomar esa medicina a cada 24 horas mínimo. Sabemos que hoy se la tomó, porque el Director Ebisu lo confirmó - dijo Akame.

El nombrado respondió sacudiendo la cabeza débilmente mientras se secaba el sudor con un pañuelo.

- Se llama Syntronai **, es para la sobre-coagulación de la sangre.

- ¡Exacto! - bramó la chica señalándole con el dedo índice - ¡Está en lo correcto, esa es una pista muy importante! Cuando tomas ese medicamento, la sangre se vuelve mucho más líquida de lo normal, volviendo muy peligroso el hacerse cualquier herida, ya que los glóbulos rojos no taponarán. En otras palabras, no dejas de sangrar y debes ir al hospital en seguida, para no correr el riesgo de morir. Por lo tanto, nuestro asesino encontró (o citó) al chico y lo durmió aquí mismo para empezar con su plan.

- Pero... - empezó el Inspector.

- ¡Déjeme terminar! Como iba diciendo, lo sedó aquí, usó el armario como escondite para el cuerpo y esperó a que sonara la campana indicando el final de las clases. Luego cargó a Yokomizo hasta la sala de Audiovisuales (como la mayoría de alumnos ya estaban saliendo, le fue fácil), preparó el truco de la cinta y se encargó de su víctima. Le calvó el cuchillo, en un golpe mortal, y luego desapareció con el arma. 20 minutos más tarde, suena la canción y el grito al final, llegamos nosotros corriendo desde la biblioteca y no nos encontramos a nadie, por lo tanto sabemos que no bajó por esas escaleras ya que se ven desde allí - Akame parecía estar deseando llegar al verdadero quit de la cuestión.

A Evan se le ocurrió una idea descabellada, pero si se paraba a pensarla...¿sería posible? ¡Pero eso diría qué...!¡Por eso dijo eso, tenía sentido! Cruzó miradas con Akame; ojos verdes contra azules. ¿Podría estar en lo cierto?

Akame continuó, ahora sonriendo confiada.

- Las pruebas son concluyentes. Por lo tanto, el asesino es un hombre, probablemente que hace algún deporte y alto. Y sólo puede pertenecer a dos cursos: 3º o 4º. Eso reduce mucho el resto de sospechosos, dejando sólo unos pocos.

Todos parecieron más animados, pero a Evan se le cayó el alma a los pies. Había tenido una corazonada y ella se la había confirmado: antes Akame había dicho "el asesino", el masculino y eso le había extrañado. Pero lo que más le dolía era el pensar que, entre los posibles asesinos, se encontraba Tatsumi.

- Akame, entonces debemos cerrar la escuela. Ya no puedo detener más a la prensa o a los padres furiosos. Piden venganza por sus hijos, he hablado con ellos - el director Ebisu habló esta vez.

- ¡No! - soltó Evan.

Todos se volvieron a mirarle, pero no se inmutó.

- Si cerramos la escuela ahora que sabemos a que curso va y algún dato que podría llevarnos a él perderíamos toda oportunidad de encontrarlo. Debemos mantenerlo todo un poco más, e ir más rápido en la investigación. Podemos hacerlo, en serio.

- Kingston tiene razón, estamos muy cerca ya, necesitamos más tiempo - le apoyó Akame.

El director Ebisu y el inspector Arthur hablaron un rato entre susurros, discutiendo y gesticulando. Akame se mantenía callada, mirando hacia los pétalos de cerezo; Evan se acercó al armario del conserje.

Asesinato en la escuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora