Me levanté temprano en comparación a otros días. Cierto es que casi no podía dormir y más de una vez veía los ojos del lobo reflejados en el espejo. Pero claro, era solo una ilusión. Me vestí con ropa cómoda, básicamente en chándal y con unas fantásticas zapatillas de deporte perfectas para hacer senderismo, o echar una carrera que dependiera de mi vida. Por el camino no vi a nadie, así que salí sin dar ninguna explicación.
Caminé hacia el bosque intentando recordar el camino que la noche anterior había recorrido, pero fue imposible. Todo parecía tan distinto... Respiré hondo antes de entrar en él, y sí, me costó mucho dar el primer paso. Apretando fuerte los puños, me puse a conocer el bosque. No quisiera, y rezaba mentalmente por ello, que volviera a pasar lo sucedido hacía unas horas, así que para conocer una salida me determiné a conocerme al menos una parte del bosque.
Tras unos cuantos matorrales y algún que otro rasguño en el brazo, logré llegar al sitio donde encontré al lobo. Lo reconocí por el tulipán destrozado que había en el suelo. Todo el bosque parecía igual, monótono y triste, y aquel tulipán parecía querer darle color. Con esto me di aún más cuenta que lo de ayer fue real.
...
-Los vampiros son orgullosos –prosiguió Michael en medio de su discurso, caminando de un lado a otro de la habitación.
-No dudaba de ello.
-Calla y escucha, hámster.
Había vuelto a mis "clases" de supervivencia con Michael, después de pasarme dos buenas horas recorriendo el bosque para saberme algunos atajos, me duché y me puse ropa más indicada para las clases. Por alguna razón él me hacía ponerme nerviosa, y por ello no quería que me viera en sucias ropas de deporte, porque sí, algún que otro tropiezo con ramas que no deberían haber estado ahí había sucedido, con lo cual logré manchar gran parte de la ropa y mi pelo.
-Debes saber convivir en sociedad.
-¿Me están llamando incivilizada?
-Sí –rodé los ojos ante su afirmación, y continuó-. Como he dicho, los vampiros son muy orgullosos, debes saber manejar una conversación con ellos ya que pronto se celebrará una reunión aquí.
-¿Pronto?
-En dos semanas. No te preocupes, me aseguraré de que no te avergüences a ti misma –resoplé, incrédula por su actitud tan diferente de la que la noche anterior me había mostrado. Me miró con una sonrisa burlona, se acercó hasta a mí y se sentó a mi lado en el sofá-. Está bien, hablemos de lo que quieres hablar. Hombres lobo. ¿Tienes alguna pregunta?
-¿Atacan a las personas solo porque sí?
-Igual que algunos vampiros de baja categoría, piensa que son como perros callejeros.
-¿Hay hombres lobo en la arboleda? –pregunté, esta vez mirando hacia la ventana, donde el algunos árboles se dejaban ver.
-Bien, se acabó la clase por hoy.
-Pero no has respondido a mi pregu-
-Angy –dijo con cierto tono severo, suspirando fuerte-, si quieres saber más pregúntale a mi padre.
Y tras finalizar aquella frase se marchó, dejándome sola en el salón.
...
Llevaba un rato leyendo un libro corto que había cogido de la biblioteca. Casi estaba terminándolo. Agnes tocó a la puerta y entró con una bandeja en la mano, colocándola poco después sobre la mesa de comedor que había en el salón. La miré dejando el libro a un lado esperando algunas palabras de su parte.
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Las flores también son peligrosas
VampireUna vez cada tres años se realiza un ritual en el que una mujer de entre 16 y 20 años elegida al azar es usada como sacrificio para la familia de vampiros que viven en lo alto de la colina. O eso es lo que se cuenta. Pero algo es seguro, jamás se la...