Castigada (Capitulo 13)

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La cena había sido un fastidio, mi madre no había dejado de hablar en toda la noche sobre la llegada de mi hermano, y esto empezaba a agobiarme. Jeremy estaba cansado y solo quería dormir, ella se empeñaba en sacar conversaciones de todo tipo con tal de que nadie se duerma en el medio de la cena. Quería que alguien la golpeara. No me llevaba mal con mi madre ni mucho menos, pero a veces hablaba demasiado y daban ganas de taparle la boca con una cinta de embalaje, además siempre era para halagar los frutos de otras personas, y no los nuestros. Si no hablaba de los muebles nuevos de la vecina, era sobre los perfumes nuevos de su hermana, si no era la amiga que se iba de viaje a un crucero, era sobre la vida de los famosos que veía por televisión, en serio apestaba que tu madre hablara en medio de la cena de gente que realmente no interesa.

-¿Saldrás?- pregunta mi padre entrando en mi habitación.

-Si, vendrá por mi Caroline. Sabría que mamá se pondría pesada con el asunto de la cena y prefiero salir antes que Jeremy se duerma en el medio del sillón y mamá monte un escándalo- digo rodando los ojos.

-No seas así Alegra, hace mucho tiempo que ella no lo ve a tu hermano y simplemente el extrañarlo la hace hablar... un poco de mas- dice sonriendo.

-Papá todos lo hemos extrañado, pero no por eso atacaremos de preguntas al pobre chico. Hazla que se duerma rápido ¿Si? No quiero que Jeremy se ponga de mal humor tan rápido- digo mientras me aplico un poco de rimel.

-¿Irás al lugar de siempre?- dice mirando algunos libros en mi escritorio.

-Si, y no volveré a casa así que no te preocupes. Me quedaré en lo de Caroline por eso llevo la mochila con el uniforme y las cosas del Instituto- dicho esto me pongo unos zapatos con taco alto y me giro para sonreirle.

-Bueno, de ser así mejor entonces. ¿Te dije que eres la niña mas linda de todas?- me sonríe extendiendo sus brazos para que me acerque a el.

-¿Unas miles de veces? Pero ya papá, no soy una niña. Mira, hasta me se maquillar y todo- giro como una modelo y este ríe.

Caroline había tardado unos 10 minutos pero no me hice problema porque tuve tiempo para escuchar el sermón de Jeremy de porqué no venía a dormir a casa. La realidad es que mi hermano se había quedado en una época donde la independencia de las jóvenes aún no existía; cuando el decidió estudiar al otro lado del país yo seguía siendo una adolescente por ende seguía en la preparatoria, pero ahora iba a la Universidad y para ciertas cosas yo ya no pedía permiso a mis padres, avisaba por supuesto a donde iba pero no pedía de rodillas salir del lugar como antes lo hacía, y eso era algo que mi hermano mucho no entendía. Debía ponerlo al tanto de cómo eran las cosas ahora sino estaría en serios problemas.

-¡Nena estás de infarto!- chilla Caroline bajando del auto de Felix, su novio. La verdad es que no me había costado mucho encontrar el atuendo perfecto para hoy, simplemente opté por un vestido corto, con la espalda descubierta y unos zapatos altos. Se podría decir que era sencillo pero así era yo, además se ajustaba bien a mis curvas y eso lo hacía estar "de infarto" según Caroline, comentario del cual me reí pero que en otro ámbito la hubiera golpeado por ello. Ambas nos dábamos incentivos sobre los atuendos que usaríamos y sobre nuestros cuerpos, sobre con qué cosas nos sentíamos cómodas y con qué cosas no. Eso era verdaderamente una amistad.

Pero si yo estaba sencilla, Caroline... bueno Caroline era simplemente ella. Un vestido a todo terreno, en las gamas del azul y negro lleno de brillos por donde se lo mire, corto como el mio y con un escote un poco profundo para mi gusto, pero como Caroline era una de las chicas con el mejor cuerpo del Instituto ella no se molestaba simplemente en mostrarlo. Amaba su seguridad, para nada era de esas amigas que por tener mejor ropa que tú, te hacía sentir sapo de otro pozo, al contrario, Carol te prestaba su armario y ¡A disfrutar!

Diferencia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora