Investigación (Capitulo 18)

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Me hervía la sangre por todo el cuerpo. En mi mente no descansa la fría imagen de Tyler abrazado a Samanta, ni Tyler besándome a mi, ni muchos menos Tyler rodeados de porristas. Ya ni siquiera importaba de quien había sido la idea de poner esos carteles por los pasillos del Instituto, eso era lo último que me importaba; acá me importaba que mi novio haya compartido mas que unas clases de verano en Mackenly con la persona a la cual había besado. ¿Cómo podía hacerme esto? ¿Acaso no sabe que cuando eres adolescente todo esta a flor de piel y los muy imbéciles de nuestros compañeros, no tienen mas nada que hacer que burlarse de cualquiera? Estúpido Tyler. Estúpida Samanta, y estúpido todo el mundo en el día de hoy.


-¿Alegra? ¿Hola, hay alguien ahí? Llamando al planeta de Alegra Larenz... - dice Caroline pasando sus dedos ágiles sobre mi rostro para que yo reaccionara. Parpadeo rápido y arranco el cartel que tenía frente a mis ojos, doblándolo en perfectas partes iguales y guardándolo en mi bolso. Mas tarde me sería útil esta prueba.

-Si Caroline, te estoy escuchando perfectamente. Encárgate de sacar todo esto de aquí -señalo con la mirada a los carteles que se encontraban más arriba de mi altura- Necesito hacer algo.

-¿Algo como qué? ¿Matar personas? ¿No crees que deberías pedir explicaciones antes?- pregunta tímida.

-Y ahora eres tu la que me quieres frenar, que lindo es el mundo -digo rodando los ojos- Caroline, Tyler me ha confesado que en el verano el se ha besado con Samanta, esto puede significar muchas cosas. ¿Que tal si pasó algo mas con esa chica? Lo tengo que averiguar sea como sea- digo mientras me acomodo bien el bolso sobre los hombros.

-Un momento -Caroline se interpone en mi paso y bufo pesadamente- ¿Averiguar y ya? ¿O averiguar y actuar?- pregunta cruzada de brazos.

-Averiguar y ya- rodeo los ojos. Caroline empezaba a fastidiarme y la mandaría al diablo si seguía con esas actitudes.

-Entonces si no actúas lo harás mas adelante porque te conozco, se que no te quedarás con los brazos cruzados. Y ha decir verdad... me preocupa que te vengues después de un tiempo- dice confundida mientras arranca un cartel de su lado derecho.

-¿Venganza? -pregunto divertida- No pensaba hacerlo, pero ahora que lo dices...- digo corriendo por el pasillo mientras me río por el grito de frustración de mi amiga. Se que si Alaric estuviera aquí, el pensaría lo mismo que yo. La venganza es un plato que se come frío, pero ante eso hay que saber elaborarlo bien.


Camino hasta la biblioteca con paso decido hasta la recepción que se encontraba en la entrada, la última vez que había visitado este lugar del otro lado del escritorio, había una mujer robusta de unos 50 y largos años, con su cabello color negro azabache totalmente concentrada en su libro de auto ayuda. Pero esta vez había un chico, de una edad parecida a la mía a lo mejor, o un poco mas tal vez, se encontraba muy entretenido con la computadora que estaba apoyada sobre la mesa, fijó su mirada en mi y sonrió amable.

-¿En qué puedo ayudarte?- pregunta mientras acomoda unas revistas que por lo que logro leer eran sobre Cómics. El chico vestía una camisa simple de color celeste, muy clara como el cielo de esta mañana, sus ojos eran de color miel, y había un pequeño brillo en sus ojos, se le formaban dos pequeños hoyuelos al sonreír y me caía fácilmente simpático su gesto en su sonrisa.

-Hola, quisiera saber si hay una computadora disponible- digo algo apurada pero le devuelvo la sonrisa que hacía unos segundos el me había dado por cortesía.

-Si claro, toma -dice mientras busca en un cajón una llave con un llavero de plástico color azul- Son las llaves de la computadora número 8. La primera hora es gratis, luego lo demás corre por tu cuenta- dice mientras me extiende las llaves y me señala el pasillo que debo tomar.

Diferencia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora