capitulo 14. Final

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Cada noche Puppeteer por todos esos meses él la visitaba, se quedó a su lado, su compañía la mantuvo en pie, llegó al punto en su estado de ánimo dependía de él, no pasaba una maldita hora en que no estuviera pensando en sus ojos dorados, su sonrisa.

—¿Estas deprimida de nuevo?—Habló él para pasar su dedo por su mejilla.

—No, solamente estaba pensando

—Sería mejor que no lo hagas, te quiero firme esta noche

—¿Para qué? ¿De nuevo vas a controlarme? Estoy cansada de eso—Le respondió con frustración para verlo.

—Esta será la última vez, lo prometo.

En ese momento entraron las enfermeras para medicarla siempre inyecciones, tenía los brazos destruidos, aún peor que hace unos años.

—¿Cuándo dejarán de hacerme esto—preguntó, tapando sus brazos.

—No puedo darte esa clase de información.—tomó el brazo y hundió la aguja, sintiendo ese líquido recorrer y de apoco todo se volvía borroso, pudo sentir que la recostaron y todo volvió a ser oscuro. A lo lejos pudo ver su sonrisa...

Iba despertando, todo se movía pero al ver borroso se dificultó ver lo que sucedía al alrededor, solamente podía oír un tarareo de una mujer, estaba completamente segura que lo oía en alguna parte. El sonido de algo arrastrarse, cómo algún metal, ese sonido...

—No ha sido tan difícil, ¿verdad?

Al escuchar su voz un escalofrío recorrió su espalda, se escuchó tan distinto, tan sombrío, frío.
Quiso hablar, pero algo se lo impedía, trató de mover sus piernas pero no pudo la desesperación le invadió por completo.

—Tranquila cariño, esto será rápido, solamente deja que maneje tu delicado y lastimado cuerpo. Oh, disculpa ¿Que dijiste? ¿Que lo haga? Con gusto.

Sentía un duro golpe en la nuca, cerré los ojos con fuerza, de apoco iba sintiendo su cuerpo, intentó arrastrarse, apenas apoyó la mano en el suelo, sentía algo extraño, levanté la vista y... Estaba afuera, la noche, la hermosa noche de luna llena.

—¿Cómo es esto posible?

—Sorprendida por lo que veo—Extendió su mano, ella trató de ponerse en píe pero temblaba—si dejas que te ayude...

—Solamente dime en donde estoy—Exclamó temblorosa. Él suspiró, tomó el brazo de ella poniéndola de pie.

—¿De esa manera tratas a quién te ayudó?—Rio y la tomó del mentón poniéndola cerca de él, tanto que pudo sentir su respiraciones fría— ¿Que esperas en este momento?

—Que me digas en dónde estoy, ¡Quiero irme a casa!—lágrimas empezaron a salir, estaba tan confundida y cansada.

—No llore mi pequeña muñeca...—Con su pulgar limpió sus lágrimas. Y dejó un pequeño beso en la mejilla.

El corazón de Celestine comenzó a doler, pero esta vez con más fuerza con más dolor, ella iba a hablar pero el sonido de hojas y ramas quebrandose era cada vez más cerca, Pupeeteer de un movimiento la puso atrás de él sostenienla del brazo.

—Puppeteer, la chica es mi muñeca, no robes tan magnífica preciosura.

—¡Ovídalo Jason, la chica vendrá conmigo!

—Puppeteer...—Ella apretó su pecho, sentía que estaba muriendo.

Un sonido agudo estaba matandola del dolor, sentía que la cabeza estallaría.

—Te ayudé en esto, lo mínimo que podrías hacer es darme a la chica.

—¡Pueden callarse!—gritó Celestine—¿No lo pueden oír?—se  soltó del agarre de Puppeteer e hizo unos pasos hacía atrás. El sonido cada vez se hacía más intenso al igual que el dolor de su pecho.

Sick for you (offenderman y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora