Scarlett Estevanez, tierna, ingenua, "pendeja", bondadosa y toda delicada se muda a "Penjoja" donde a su mamá le ofrecieron un nuevo trabajó. Allí se tiene que enfrentar con una nueva vida, nuevo colegió y nuevos amigos. En definitiva a una realidad...
—Nos mudaremos a Penjoja, me han dado un trabajo allá— Me explicaba mi madre mientras comíamos.— Siento que tengas que dejar a tus amigos de aquí— dice apenada, baje el rostro acongojada y asentí. Tengo que ser consciente de que aquí ella no encontrara un mejor sueldo.
Eso amigos, fue el inició para todos los males para Scarlett Estevanez.
— Muévete muñequita, que esto es para hoy— Gruñeron detrás de mi. Era una voz estruendosa que pone a temblar a cualquiera. Ni siquiera mire detrás y como la pendeja que soy me puse nerviosa y me quite de en medio. Luego de irme a un lado me decidí mirar a quién me mando a quitar con ese terrible apodo, pero no lo pude ver bien. Ya iba de espalda entrando. Soló pude ver su cabellera castaña, su gran tamaño, su ancha espalda y sus enormes brazos.
Unos de esos males empezó cuando el destino se le ocurrió atravesarla en el caminó de Derek Holson, alias "El Demonio".
— Mira grandulón de mierda— Llamé su atención detrás de él. Pude escuchar el "¡oh, oh!" Del público. Todo mi sistema nervioso se paro al ver aquélla cabecera castaña voltearse. Mierda. Ya pude ponerle cara a aquélla voz que me puso a temblar está mañana. Y puedo decir qué, a parte de que transmite todo eso de "no soy bueno", déjenme decirles que es hermoso.
Y así empezó la guerra entré un angel y un demonio.
— Me la vas a pagar— Y eso queridos amigos fue una amenaza de mi amigo el grandulón, antes de entrar a la dirección. Es la guerra.
Scarlett Estevanez cavo su propia tumba.
Anigyop les da un cordial saludo.
Y los invito a ver quien ganara está guerra.
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