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|Nueva vida|

—Nos mudaremos a Penjoja, me han dado un trabajo allá— Me explicaba mi madre mientras comíamos.— Siento que tengas que dejar a tus amigos de aquí— dice apenada, baje el rostro acongojada y asentí. Tengo que ser consciente de que aquí ella no encontrara un mejor sueldo.

— Está bien mamá, no te preocupes— le di un besito en la mejilla y seguí comiendo.

— Nos harás mucha falta amiguis.— Comentaban triste mis amigas.
Nos dimos un abrazo grupal y a la torpe de Anabelle se le enredo el pelo con la cadena de Kate.

— ¡Ay mi pelo! ¡Me lo acabo de peinar!— Chillo Ana y Kate rodó los ojos tratando de desenredar el pelo de Ana de su cadena— Se más delicada Kate, ¡Me duele!

Todas reímos, excepto Kate. En serio las extrañare.

— Nos veremos por Skype, ¿ok?— Grite desde el auto de mamá.

— Claro amiguis— Chillaron todas secándose las lágrimas— ¡Prohibido olvidarte de nosotras!— Me amenazaron divertidas haciendo pucheros.

— Eso será imposible ¡Las quiero!— Aclaré con una sonrisa. Me formaron un corazón con las manos y en ése momento mamá arrancó el auto. Me despedí con un ademán y me hice la fuerte para no llorar más. Me recargué de mi asiento y mire hacía el frente.

Ibamos en marcha hacía nuestra nueva vida.

— Te va a gustar la casa, es más amplia, tiene un lindo jardín— Mamá comentaba emocionada, yo sólo me recargue de la ventanilla y suspiré. Quisiera tener la mitad de la emoción que ella tiene, pero simplemente no puedo.— Mañana mismo entras a tu nuevo colegió, espero que guste.

— Eso espero— susurré.

Mamá tenía razón, la casa es más amplía y es mucho más linda que la que teníamos en el pueblo.

— Sabía que te iba a gustar— Dijo mama contenta al ver mi cara de asombro— Ven, déjame enseñarte tu habitación.

Me llevo por un pasillo donde habían otras dos habitaciones hasta que llegamos a la mía.

— Me gusta— Dije sincera. Todo era vintage como mamá sabía que me gustaba.

— Me alegro que te guste hija— me abrazo por detrás— ya nos iremos adaptando, te lo prometo.

Suspiré— Ojalá.

Mamá me dejo acomodando mis cosas, y con ellas mi nuevo uniforme del colegió y los materiales. El uniforme era sencillo (y muy feo), consiste en una falda crema que me da por las rodillas y un t-shirt verde con un logo que dice "Colegió Buen Pastor". No hay nada de fashion en el.

— Ya está la cena hija— Mamá me avisó desde la puerta de mi habitación. Dejé de acomodar la ropa en el closet y salí a cenar.

— ¿Es cerca, el colegió?— Pregunté y le di una mordida a mi sandwich. Está delicioso.

— A unas cuadras, si quieres te puedes ir a pie o en tu bici.

— Bien— bebí un sorbo de mi batida. Terminamos de cenar, ayudé a mamá a lavar los platos y nos fuimos a dormir. Bueno por lo menos mi mamá iba a dormir, yo antes voy a hablarle a mis amigas.

Mi Demonio Favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora