Lucille amarró su cabello haciendo que ahora quede en una sola trenza, se colocó una camisa blanca que tenia guardada y salió dirigiéndose a los cultivos.
—¡Lydia! —Carl gritó—. Hey... —se acercó corriendo hacia ella.
—Buenos días. —sonrió ella.
—Buenos días a la chica mas linda de este apocalipsis...
—Creo que no se te dan bien los piropos. —le susurró al oido.
—Le pedí a Daryl para vigilar los perímetros... —Carl sonrió dando a saber que se mostraba muy orgulloso—. Tu y yo cuidando una parte de Alexandria, obviamente con otros mas, no seremos los únicos.
—¿Cuándo? ¿Hoy?
—Exacto. —sonrió—. Sera divertido, mataremos algunos caminantes y quiza encontremos cosas nuevas. —rió y al instante le dio un beso en la mejilla—. Te veo en la puerta.
Carl siguió su camino y Lucille posó su mano en su mejilla y al instante su rostro cambió, volteó y lo vio hablar con Glenn y Abraham, estaba distinto, la felicidad lo consumía, era otro Carl, mas bien; era un Carl enamorado.
—Es bueno saber que al fin te decidieras.
—Enid...
—No lo hagas sufrir niña. —se mostró seria.
—No lo haré. —respondió Lucille de una manera firme.
—Eso espero. —el sarcasmo y Enid eran un complemento perfecto aquello pudo asustar a Lucille un poco. Pero ¿por qué? Ella estaba segura que no le haría daño. Pero muy dentro de ella sucedían cosas, emociones que creyó extintas y que trata de olvidar.
El plan de Rick era simple: asesinar a la mitad de Los Salvadores. Era aniquilar a los 50 integrantes que según Jesús se encontraban dentro. Algo iba a terminal mal y Lucille lo presentía, Rick iba a iniciar una guerra que quizá no tendría un final feliz.
—Detente. —susurró Carl cuando ya se encontraban en el bosque.
—¿Qué sucede? —dijo Lucille mientras se escondía.
—Estaré a 40 pasos, tranquila...
—¡¿Qué?! —susurró.
—Cualquier cosa, me avisas por la radio.
—Carl...
—Eres valiente saldrás bien de aquí, solo vigila. —Lucille vio como Carl iba en dirección contraria a ella. Lo vio voltear un par de veces hasta que simplemente desapareció.
Ella se sentó, acomodó su mochila y sacó sus binoculares mientras veía el amanecer escondida entre los arbustos.
Al no notar la presencia de nadie, guardó los binoculares pero escuchó un ruido que la alarmó al instante. Sacó el cuchillo y se escondió un poco mas, los nervios la consumían y por una extraña razón, ella rezaba para que el causante del ruido sea un caminante.—Una niña perdida hace dos años. —rió un hombre—. Es algo estúpido. —las carcajadas se escuchaban hasta el escondite de la joven de cabellos negros. Haciendo que el temor se apodere mas de ella.
Las risas se detuvieron y eso la sorprendió a ella. Se asomó pero se detuvo cuando escuchó una voz.
—¿Le dijiste al amor de mi vida que era una estupidez? —dijo una voz ronca, a la vez varonil. Una voz que Lucille pensó que jamas volvería a escuchar. El cuchillo que ella llevaba en sus manos cayó al grass, sus manos empezaron a temblar, las lagrimas empezaron a caer y su corazón latió mas rápido de lo normal.
No puedes estar aqui. Pensó ella.
Lucille hizo un pequeño hueco entre el arbusto y después de tanto tiempo, lo volvió a ver. Esta vez llevaba una chaqueta de cuero, unos pantalones grises, guantes negros, una bufanda roja y un bate de baseball, su bate de baseball; aunque le habia modificado los alambres que ella misma le habia colocado cuando estaba en la cabaña.
Negan no habia cambiado mucho físicamente, se veia un poco mas alto; seguro por las botas y la barba le habia crecido un poco.El hombre que aún la ama y la mujer que aún no lo olvida, estaban en el mismo lugar.
—Jefe... Fue una broma... Tenga compasión. —suplicó uno de sus "compañeros"
—Oh una broma. —fue sarcástico, al instante le mostró su bate y lo colocó en frente del hombre que imploraba por su vida—. Ya conoces a Lucille, mi adorable arma. Pero ella no te conoce a ti. —su tono cambió a uno mas triste—. ¿Sabes que es lo mas divertido de esto? —susurró.
—¿Q... Qué...? —tartamudeó.
—Esto. —sonrió.
El bate chocó con la cabeza de su "compañero", la sangre empezó a aparecer en grandes cantidades, los alambres hacían que el golpe sea cada vez peor. Y solo lo asesinó, sin sentir ni una pizca de lástima, reía mientras lo hacia y suspiró al acabar.
—¿Alguien mas quiere que Lucille lo conozca? —continuó, y todos negaron—. Me parece bien, ahora vayan avanzando de una puta vez.
Negan iba detrás de sus aliados, mientras que Lucille escondida, se iba poniendo de pié poco a poco pero, se detuvo al ver que Negan también lo habia hecho. Él volteó y ella velozmente se escondió, temblaba de miedo y a la vez de nervios. Habían miles de sentimientos encontrados, volvió a mirar por el pequeño hueco que habia realizado en el arbusto y lo vio irse.
Amor, temor, decepción y más emociones habitaban en ella. Todo desapareció por un momento, solo eran él y ella, Negan y Lucille.
Se sentía débil, lloraba sin parar, aquel hombre que en el fondo aún ama habia vuelto, pero su personalidad habia cambiado rotundamente. O quizá su personalidad así lo era y él solo lo estaba ocultando.«Ayudame a decidir,
entre la mayor parte
de la libertad y del placer.
Porque, nunca nada dura
para siempre.»Fin del capítulo 8.
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Nosotros «The Walking Dead/Negan»
Fanfiction|PARTE DOS| «Todos quieren gobernar este mundo.» Ella decidió dejarlo todo, un refugio y a la persona que amaba. Finalmente encontró una nueva oportunidad que creyó que cambiaría su vida. Alexandria no es una mala zona después de todo. «Nosotros» es...