Carl despertó y no encontró a Lucille en la habitación. No estaba ni la ropa de ella, ni sus armas. Salió de su cuarto y observó a su padre descansar, sintió un alivio al ver que su padre habia regresado, bajó las escaleras y salió al patio del pequeño pueblo de Alexandria. Lucille estaba hablando con Daryl de lo mas tranquila pero al ver a Carl, solo lo evitó. Él sintió que ella tenia vergüenza después de lo que sucedió el día anterior, pero no entendía el "porque". Así que tomó su arma y salió a tomar un poco de aire libre con la excusa que le tocaba vigilar la zona.
Caminó hasta mas no poder pero se escondió cuando observó una casa en medio del bosque. Aparentemente estaba recién construida, y no dudó en sacar su pistola. Golpeó tres veces la puerta para ver si algún caminante habitaba ahí, pero al no ver ningún resultado, no optó por entrar. Incluso en el interior todo era nuevo, los sillones, las mesas, los arreglos. Siguió explorando la pequeña casa, cogió unas flores que pensó que seria un buen regalo para Lucille, pero sus pensamientos desaparecieron cuando escuchó un silbido.
—¿Estas perdido niño? —pronunció una voz varonil.
Carl levantó su arma y le apuntó al hombre que sostenía un bate.
—Wow... —continuó el hombre—. Soy Negan. —sonrió y al instante chasqueó los dedos para que dos de sus hombres vigilen la puerta de la pequeña casa—. Tu debes ser uno de los que viven en ese pueblo de mierda... Uhmmm ¿Alexandria? ¿Verdad?
Negan no paraba de sonreír. Carl sintió un nudo en la garganta al escuchar ese nombre. Recordó que su padre al momento de ir a asesinar a la mitad de Los Salvadores habia descubierto que el nombre del líder era Negan; quien era un ser brutal, malhablado y poseedor de un sentido del humor torcido, alguien que tenía tendencias psicóticas. Alguien muy peligroso.
—Al parecer no hablas mucho. —rió—. Pero, se que tu gente tiene algo que me pertenece.
—No afirmes algo que puede que no sea cierto. —respondió seriamente.
—Me gusta tu estilo niño. —dijo mientras tomaba asiento—. Pero es que... —suspiró—. ¿Ves este bate? Se llama Lucille, la puse en honor a alguien que conocí hace tiempo. Una joven por la que aún estoy jodidamente enamorado, cual me obsesioné por completo. Tu sabes, esas cosas de amores... —rió—. Algo en ella tenia poder sobe mi, apenas podía quitar mis ojos de ella, era una preciosura. Y busqué por todas partes, manipulé a tantas personas, las asesiné, realice unos hermosos negocios en donde ninguno salió ganando, salvo yo. Todo por ella. —sonrió—. Y formé una comunidad grandiosa, la seguí buscando, en esta ocasión por otras comunidades pero no estaba. Y oh sorpresa... —soltó el bate, haciendo que Carl, que también estaba sentado, se asustara un poco sosteniendo las flores—. Falta Alexandria. Dime, ¿cuál es tu nombre?
—Carl Grimes—. Respondió mirándolo fijamente.
—¡Genial! —sonrió—. El hijo del líder hijo de perra Rick Grimes, y si mal no recuerdo tienes una hermosa hermanita...
—Cierre su boca...
—O que Carl. —se arrodilló frente a él—. No te atrevas a desafiar al rey. —recogió su bate y lo miró fijamente—. Tu comunidad tiene a Lucille...
—No hay ninguna Lucille en Alexandria...
—Escúchame niño, si no me la dan, trabajaran para mi como en las otras comunidades. Y por mandarme a callar, si ella esta ahí juro que con este bate. —lo colocó en frente de él—. Te golpearé tan fuerte en tu jodido ojo, que quedarás mejor que ahora. Daremos un paseo por Alexandria pronto, y el secreto de tu bello ojo, quedará entre nosotros. —rió—. Ahora si, llévale esas flores de porquería a la ramera de tu madre o a la novia que tengas.
Carl miró con furia a aquel hombre, salió furioso y corrió lo mas que pudo. Llegó a Alexandria, le avisó a su padre lo sucedido pero aún tenia algo que hacer. Era hablar con ella.
—¿Estas bien? Si es por lo de ayer...
—Carl. —miró a las flores que traía en sus manos y al momento lo miró a él—. Perdóname.
«Los dias que
teníamos juntos,
quizá volverian a suceder.»Fin del capítulo 11.
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Nosotros «The Walking Dead/Negan»
Fanfic|PARTE DOS| «Todos quieren gobernar este mundo.» Ella decidió dejarlo todo, un refugio y a la persona que amaba. Finalmente encontró una nueva oportunidad que creyó que cambiaría su vida. Alexandria no es una mala zona después de todo. «Nosotros» es...