─Edward─
—¿Estas lista? —Le preguntó Edward detrás de su cuello mientras le susurraba suavemente por la espalda.
—Eso depende —contestó ella un poco nerviosa al sentir sobre su piel el cálido aire de esa noche—. ¿En dónde estamos? —preguntó impaciente mientras intentaba quitarse la venda de los ojos que traía puesta desde hace unos veinte minutos.
—Espera y lo verás.
Lara sintió como la suave tela resbalaba por su rostro, contuvo el aliento y lentamente abrió sus ojos que se fueron iluminando con la tenue luz de la luna y las estrellas.
Edward la había llevado a un mágico sendero, la oscuridad de la noche junto a las luces de las pequeñas luciérnagas adornaban su extenso campo visual que era llenado de pétalos rosados y los cuales bailaban armoniosos debajo de sus pies.
Ella giró a sus espaldas y musitó su nombre recordando aquel lugar, ahí, cerca de un árbol y junto al lago se habían visto por primera vez.
(******)
Aquel día Edward caminaba al lado de Leonard, estos, se estaban retirando de aquel lugar tras haber terminado una partida de golf mientras que ella, iba caminando junto a Cecil para sentarse en la orilla del lago.
Cuando estos se cruzaron, por unos momentos ambos se quedaron mirando. Lara sonrió con gracia al verlo, sonrojándose hasta ponerse totalmente nerviosa mientras que él, expresó en sus labios aquel monosílabo de todos los Palmer, pero que tuvo un cierto toque de júbilo.
Dejaron de mirarse y volviendo la vista al frente, continuaron.
(******)
—Lara —comenzó Edward—, sé lo mucho que este lugar significa para ti, así como para mí. —Le dijo deteniéndose por unos momentos frente a ella—. Es por eso que esta noche, te pido que después de todo lo que hemos pasado, volvamos a empezar. Ya no quiero ser solo un amigo, una llamada. Quiero un nuevo comienzo contigo, un nuevo futuro; uno en donde solo seamos tú, nuestra hija y yo. Una familia.
El chico tomó su rostro con cuidado y como pidiendo permiso se acercó.
Por otra parte, aunque dudosa, ella se lo permitió.
Edward aún seguía siendo el mismo hombre autoritario, presuntuoso y arrogante, no obstante su mirada había cambiado, esta, se había vuelto más cálida y apacible.
La chica lo pensó por unos momentos, desvió su vista hacia una esquina y regresando a él con una sonrisa contestó:
—De acuerdo. —Aceptó ella mientras Edward sonreía y se acercaba para besarla pero en eso, Lara lo detuvo, colocó la punta de uno de sus dedos sobre sus labios, impidiendo que él la besara. Volvió a mirarlo y con una nueva clase de sonrisa le dijo—: Volveremos a empezar sí, pero si piensas conseguirte una nueva amante... —espetó, aunque de inmediato fue interrumpida por Edward, el cual echó a reír por lo absurdo de esas palabras.
Este negó por unos instantes y sin dejar de mirarla a los ojos le hablo:
—Contigo y mi hija a un lado... Jamás. —Le aseguró mientras se acercaba y... la besaba.
.
.
.
FIN
.
.
.
O.o.O.o.O.o.O
Hola. ¡Que tal!
Bueno, en primera les agradezco a todos infinitamente que hayan leído esta historia y encima, que les haya gustado, y sí... quizá el epílogo quedó demasiado corto, pero creo que tiene todo lo que yo esperaba, esa esencia que deseaba plasmar. Esta historia es una de las primeras que escribí hace un tiempo y la cual decidí compartir con ustedes; y aunque tal vez no es la mejor... para mí lo es.
De nuevo gracias por su apoyo y espero y deseo desde el fondo de mi corazón que mis siguientes historias sean de su agrado.
Les mando saludos y hasta pronto.
Un beso.
O.o.O.o.O.o.O
![](https://img.wattpad.com/cover/55305562-288-k474718.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tratado
RomanceSiendo el segundo hijo de un famoso empresario, Edward Palmer, hace el pequeño sacrificio de casarse con la hija de los Evans en un intento desesperado por salvar la reputación de su familia, no obstante, considera a su prometida una fastidiosa por...