Capítulo 41. Miércoles 21 de diciembre de 2016.

36 0 0
                                    


- Ánica... -Musita entre besos- por favor, dime que esto es lo que quieres –Se aleja un poco de ti para poder mirarte a los ojos-

- Sí, lo quiero James –Pasas una mano por su nuca y lo atraes a ti, para poder seguir besándolo- 

  Narra James:
Esto lo iba a hacer porque la quería, todos nuestros planes iban a la perfección y lo nuestro marchaba perfectamente, sin ningún problema. Y no diré que esta relación es perfecta, es real.
No siempre estaremos de acuerdo, no todos los días podré verla ni me dedicaré completo a ella, ni ella a mí. También tengo que cuidar a mi hijo y mantenerlo, tengo que dedicarme a mi trabajo, salir con mis amigos, estar con mi familia. Y ella también tiene derecho, necesita su espacio.
No podré asegurar que no pelearemos nunca, porque nada es perfecto. Aunque es algo irónico ¿no? Que nada pueda ser perfecto pero aún existe la palabra...
Le quité aquel suéter bonito junto con su blusa, me deleité de ella en sostén. Se veía preciosa.
No mentiré, ella no tiene el cuerpo de una chica de veintitrés o veinticuatro años, tiene dieciséis pero Dios, Luke tenía mucha suerte cuando estaba con ella.
Besé su cuello y Dios, ¿ya he dicho que me encanta su perfume? Ella soltó un gemido al sentir el contacto de mis labios en su piel.

- Me gusta cómo sabes –Baja sus manos a tus caderas-
- Me gusta saber que te gusta –Ríen levemente-

Esto era diferente, jamás había tenido sexo o había ''hecho el amor'' con una chica tan joven como Ánica. Aunque ella no aparente esa edad, me sigo sintiendo raro. La chica con la que tuve relaciones sexuales más chica, tenía veintiuno; y eso porque la conocí en una fiesta.
Una noche de copas, alcohol, cigarrillos...
Pero desde que supe que quería tener una relación sentimental con Ánica, le he sido fiel; y la última chica con la que estuve fue con Victoria, y ya. Ni siquiera con Jane, eso fue pasado.
Ahora todo Ánica, solamente Ánica.
Y si piensan que volví a amar a Halston porque nos unió el bebé, están en lo incorrecto. Le tengo un aprecio a ella porque me apoyó cuando más la necesité, ella me conoció desde abajo, desde que no tenía nada de esto y me aceptó, sin dinero, sin ''popularidad'', simplemente me amaba por quien era. Pero solamente eso, aunque claro, no dejaría que le sucediera nada porque es la madre de mi bebé. Mucha gente creía que ella solamente me quería por mi físico, que se quedó conmigo hasta el final porque obtuve dinero. Qué carajos. Si así fuera, seguiría rogándome para que estuviéramos juntos.
Todo eso es pasado, no quiero a otra chica que no sea Ánica; solo ella.

- Me gustas mucho –Te desabrocha tu jeans de mezclilla-
- A mí me gustas más –Subes su camisa, viendo lo guapo que se veía sin ella. Aunque ya lo habías visto así la vez que fuiste con él a su otra casa, en la piscina, mojado... Y también en la cocina, haciendo el desayuno. Pero esta vez te diste cuenta que nunca lo habías deseado tanto-
- Es como música para mis oídos escuchar esto –Baja completamente tus jeans y lo lanza que hasta se pudo escuchar claramente cómo se cayó la lámpara de noche de James-

¿En serio tan centrado estaba en Ánica que aventé sus jeans a donde sea y se rompió mi lámpara? En serio ella me trae loco. Y ¿cómo voy a tomarle importancia a otra cosa si la tengo solamente en ropa interior?
¿Sería completamente raro decir que me excita verla con ropa interior de adolescente? Digo, sus bragas tienen puntitos blancos, al igual que su sostén. Nada de encaje ni ligueros... si así se ve preciosa, imagínensela con ropa interior para mayores.
Ahora sí no puedo controlarme, Maslow, es toda tuya, trátala como la reina que es.
Porque la quieres.

- Ánica eres tan bella –Pasa su mano a tu espalda y la otra la apoya a la cama para no aplastarte, gimes cuando él se frota contra ti-

Me gustaba escuchar cómo gemía, gracias a mí. Pero al mirarla... Dios, sé que la quiero.
La quiero conmigo, por un largo tiempo.

Narra Ánica:
Nunca pude haberme imaginado que ese profesor que conocí hace algunos meses estaría haciéndome el amor ahora; no creí que pudiera llegarme a enamorar de él. Pero no me enamoré porque es guapo, porque es mucho mayor que yo, porque tiene dinero; y es obvio, yo no tengo todo lo que él tiene, y no por eso estoy con él.
Yo también lo quiero mucho.

- Tengo mucha suerte –Mencionas con la respiración agitada, James levantó la cabeza un poco para mirarte a los ojos- James, escuchaste eso –Lo tomas de las mejillas-
- No, no es así Ánica –Te da un beso y luego vuelve a mirarte- yo soy el que tiene suerte contigo

Negué porque no era así.

- Por Dios –Pasas una mano por su frente, luego pasas sus dedos por sus párpados y bajas por su nariz, sus mejillas y al final a sus labios. Esos deliciosos labios de los que sabías que nunca ibas a cansarte; porque te daba los mejores besos- te quiero James

Él besó los nudillos de mi mano, con la que estaba acariciando sus facciones...

- Yo también te quiero Ánica, quiero que lo sepas, porque es real...

Desabotoné el jeans de James y Dios mío, es un momento romántico y no puedo romperlo pero tiene un amiguito muy grande. Él terminó de quitarse el jeans y después sus bóxers.
Estábamos completamente desnudos, ambos teníamos las respiraciones agitadas, unas cuantas gotas de sudor recorrían nuestros cuerpos, ambos estábamos excitados y nos necesitábamos ya.

- Ánica, ¿estás lista? –Pregunta y asientes, tenías los ojos cerrados y mordías tu labio inferior-

Entró en mí y bueno, ya había hecho esto antes. Y claro que me dolió un poco porque James es más grande y, no quiero decir lo demás. Pero una oleada de placer recorrió todo mi cuerpo.
James no solamente sabe matemáticas.
-----------------------------------------------------------------

Narra James:
Me he despertado como a las 6:43 pm, veo que ya se escureció un poco. Volteo a ver a Ánica y está dormidita, como un precioso ángel. Acaricio su cabello y poco a poco va despertándose.

- Me alegro de que despiertes –Musita- aunque me gusta verte dormida, eres preciosa...
- Me haces sonrojar –Bajas la mirada con una media sonrisa en el rostro y él soltó una leve risita-
- También eres hermosa, toda sonrojada

Ella se acercó a mí y quedamos abrazados, ambos mirando al techo.

- Quisiera quedarme, pero tengo que ir a mi casa
- Yo también quisiera que te quedes –Esconde su cara en tu cuello y comienza a besarlo lentamente-
- Si sigues haciendo eso, no podré irme... -Ríes-

Unos minutos después, nos habíamos cambiado; tenía que llevarla a casa para que Jade no se vaya a preocupar. Pero bueno, ha salido desde muy temprano y tiene que llegar ya.

- Dios mío, estás hermosa –Mencionó mientras pasaba los nudillos de su mano por tu mejilla, sonreíste- puedo decir que este abrigo es mi favorito, te queda perfecto...
- ¿Sabes cuál prenda me gusta más de ti? –Le acomodas el cuello de la camisa, él alza las cejas-
- ¿Cuál?
- Pues tu chaqueta de cuero negro; han sido pocas las veces que has llevado al instituto esa chaqueta y me gusta mucho –Él sonríe-
- Entonces comenzaré a ponérmela más seguido –Besa tu frente-

Narra Ánica:
Subimos a su auto y él comenzó a conducir, ya se había oscurecido y la ciudad se veía preciosa. Porque estaba adornada con luces navideñas, muñecos inflables y se sentía un ambiente bonito.
Quiero invitar a James a pasar la Navidad y Año nuevo con nosotros, para besarlo bajo el muérdago. Sería lindo, ¿no es así? Yo creo que sería algo bonito y completamente mágico.
Veníamos escuchando en la radio una típica canción de Navidad, ''All I want for Christmas is you'' y era cierto, todo lo que quería para Navidad era a James. Aunque creo que Santa fue muy compasivo conmigo y me lo envió desde hace meses.

- ¿Cuándo voy a volver a verte? –Preguntas y él sonríe-
- Yo espero que muy pronto, pero si no te veo antes de Navidad o Año nuevo, espero que los pases demasiado bien –Saca del bolsillo de su abrigo, una pequeña cajita, pequeña pequeña, muy pequeña. Te la da- Feliz Navidad cariño

Tomé aquella cajita diminuta, le sonreí primero y la abrí, estaba un anillo de plata muy bonito, en forma de coronita. El papelito que estaba enredado con una cuerdita (como esos donde dicen el precio, pero no, no decía el precio del anillo) tenía una frase, más bien una pregunta: ''¿Quieres ser mi novia?''.
Sí, sí quería...

- James... -Le sonríes y lo tomas de las mejillas para darle un beso- claro que sí quiero...
- Me alegra que me hayas aceptado –Pasa un mechón atrás de tu oreja- te quiero mucho, mi ángel  

Me Enamore De Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora