Capítulo 17.Viernes 16 de septiembre de 2016.

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  Narra Ánica:
Ayer fue un día increíble con James, y me dio algo de vergüenza que mi profesor de matemáticas me viera llorar por la escena de una película. Oh, soy tan patética.
Pero al menos, le agradezco porque pensó en mí, y porque él me dijo que no me quiere dejar caer.
Hoy era viernes, pero no era un día especial, no ahora, antes sí.
Lo peor de todo es que tocaba clase con la estúpida maestra Peta Jane Murgatroyd. Ella me da clase de baile. Y bailar, es algo que me encanta, pero que no disfruto en su puto salón.
Estaba en matemáticas, en el cuarto módulo, con James. Dijo que iría a la biblioteca por un libro para darnos ejemplos de los ángulos y no sé qué más cosas, la verdad no he estado poniendo atención a clase.

- Ánica... -Dice Kourtney volteando a verte, estaba sentada en el asiento que seguía después del tuyo-
- ¿Qué sucede?
- Ayer te vi con el profesor James –Menciona y asientes algo nerviosa, no querías que tu amiga se llevara una mal interpretación de ustedes-
- Lo sé... él se ha hecho un amigo cercano –Respondes- y pues, con todo lo de Luke... sé que quiere ayudarme
- Pero apenas llevamos una semana en el instituto, ¿cómo se puede hacer tu amigo en días?
- No, en pasantías lo veía mucho... pero, tranquila, confía en mí
- No me refería a eso... pero ten cuidado, la gente piensa mal y más las chicas de la escuela, no quieres morir aplastada por ellas, ¿o sí?
- No, claro que no...
- Y bueno, tengo que decirte algo... ahorita que regresé del baño, vi que James entró a la biblioteca con la maestra de baile, la traía tomada de la cintura... Ellos no me vieron
- Por eso es que hace unos dos minutos nos dijo a todos que iría por un libro a biblioteca...
- ¿Por qué no vas a ver si es cierto?
- Porque es algo que no me interesa –Respondes seria-

A los pocos minutos llegó James, traía el cabello alborotado. Bueno, tal vez fue una coincidencia y habrá ido al baño y se lo mojó o... ¡Bueno, es algo que no me interesa! Demonios.
La última clase tocaba con esa estúpida maestra, con Peta. Y no la odio porque creo que se está enredando con James, la odio porque siempre me ha hecho menos en su clase, por no tener dinero para pagar los vestuarios de las presentaciones. Pero yo no tengo la culpa de ser pobre.

- Ánica, qué bueno que vienes, ¿por qué faltaste ayer? –Pregunta cuando te ve entrar y la ignoraste- Ánica, respóndeme –Caminas para dejar tu mochila en el piso, pero te toma del brazo- Ánica, te estoy diciendo que me respondas –Ordena-
- Suélteme maestra, yo no tengo que darle explicaciones –Respondes y las chicas que estaban allí hacen un leve 'Uhhhhhhh'. Algo que hizo enojar a la maestra de baile-
- Entonces, ¿quieres que te deje doble falta, para que así sea más posible reprobar? Porque, ayer tocaban dos clases conmigo –Vuelve a haber otro 'Uhhhhhhh' de parte de las personas. La miraste a los ojos y sonreíste irónicamente-
- ¿Qué pueden ser dos faltas en su materia? –Te encoges de hombros mientras levantas un poco las manos- créame que no me interesa en lo mínimo tener dos faltas con usted, porque le aseguro a que no volveré a faltar. Y si tanto le molesta, el lunes la busco para darle mi justificante, o si no, hoy mismo

Creo que nunca le había hablado así a ningún profesor, pero ella me sacaba de mis casillas. Creía que por ser una autoridad, iba a humillarme enfrente de mis compañeros, pero estaba equivocada. Al final me ordenó que si no iba por ese justificante, no me iba a dejar entrar. Asentí sonriendo y fui a la sala de maestros, donde me imagino, sólo estarían unos cuantos porque hay clase.
Caminé y entré a la sala de maestros, sólo estaba ahí James tomando un café, pero yo fui con la secretaria para pedirle mi justificante, no saludé a James, pues... no lo sé, estaba enojada con él.
Salí de allí y pude escuchar el sonido de la puerta, también los pasos.

- Ánica... -Dice tu nombre pero no volteas a verlo-
- ¿Qué pasa profesor James? –Preguntas mientras sigues caminando-
- ¿Qué sucede?
- ¿Cómo que qué sucede?
- Te he notado rara desde que saliste de mi clase
- No, no ha pasado nada –Respondes cortante-

Narra James:
No me importaba ya lo que pensaran los demás; así que la tomé del brazo y entré con ella a un pequeño cuarto, donde estaban todos los materiales.

- Hey, ¿qué te pasa? –Preguntas y arrugas la nariz-
- ¿Hay algo que deba saber pero que no me quieras decir?
- No, nada... -Respondes amable esta vez-
- ¿Segura?
- Sí... segura –Le sonríes tímidamente-
- Está bien. Te veo luego, ¿te parece? –Propone y asientes, ya con la sonrisa más pintada en tu cara-

Narra Ánica:
Él salió primero que yo, luego esperé un minuto y salí yo de ahí. Fui al salón de la estúpida maestra, y como estaban todos los alumnos, me aceptó el justificante. No tenía muchos ánimos de bailar, porque sabía que saliendo de esta clase, Luke no iba a estar recargado en la puerta esperándome.
Llegando a casa, lo mismo... aventé mi mochila y fui a dormirme.

- ¡¿Te das cuenta de lo que has hecho?! –Grita tu madre demasiado eufórica-
- Mamá pero... -Lo interrumpe-
- ¡Eres un tonto, Raymond! ¿Qué van a decir las personas? Eres el fracaso de esta familia

Me desperté gracias a los gritos de mi madre, pude darme cuenta de que eran las 7:00 pm, oh Dios santo... estoy durmiendo mucho últimamente.
Bajé y vi a Ray sentado mientras fumaba un cigarrillo y escuchaba los sermones de mi mamá, de seguro ya le dijo que va a ser padre. No sé por qué de repente me dio un leve mareo y ganas de volver el estómago. Cuando bajé las escaleras, me vieron ambos y corrí al baño a volver el estómago. Unos minutos después salgo y camino hacia ellos.
Mi madre me miraba seriamente.

- ¿Y ahora qué? ¿tú también estás embarazada? –Pregunta estúpidamente y la miras, comenzaba a molestarte-
- ¿En serio? ¿en serio mamá? Ya porque Ray va a tener un bebé, ¿significa que yo también?
- ¿Por qué fuiste a volver el estómago?
- Porque me dio un pequeño mareo; además, no podría estarlo...
- Claro que sí, porque pudiste haber hecho algo con Luke antes de que falleciera –Menciona y volteas a verla con los ojos demasiado abiertos, Raymond la miró igual-
- ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? –Sollozas- Sólo porque Ray te ha dicho esto, no significa que yo también. Mamá, estos cinco días han sido un infierno para mí, me la he malpasado, no he comido a mis horas, duermo mucho por las tardes y me desvelo por las noches. ¿Tú crees que eso no se familiariza con lo que acabo de hacer? Es obvio, volví el estómago porque me dio un mareo por eso mismo que te estoy diciendo. ¿Y qué si Ray va a tener un bebé? Tú no eres la que va a mantenerlo, ya se las arreglará Ray para conseguir trabajo. Y en vez de que le des unas palabras de apoyo, te pones a gritarle... Pues déjame decirte mamá, que él no es el único chico que será padre a temprana edad. Y es mejor que ni hables, porque tú lo tuviste a los diecinueve años

Ambos abrieron la boca como plato cuando dije eso, pero era verdad. Pero estaba cansada de que mi madre le importara más lo que dijera la gente; que si no ibas a la iglesia, eras un pecador, que si salías de fiesta, eras pecador, si usabas faldas cortas, también.
Estaba harta de lo que mi madre decía; y peor aún, Luke no estaba para consolarme. Ya nada se podía hacer, estaba tres metros bajo tierra.

- Ánica, ven aquí –Ordena pero subes las escaleras sin hacerle caso-  

Me Enamore De Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora