Me Enamore De Mi Profesor

Sábado 30 de julio de 2016.

Narra James:

Me desperté algo temprano, fui a cepillar mis dientes y tomar una ducha. Luego me cambié y puse en una maleta pequeña algo de ropa, pues iba a irme a mi casa. Este departamento me gusta, pero para mí es pequeño, me quedo de lunes a viernes. Y en mi casa, que está casi en las afueras de New York, me quedo sólo sábados y domingos.

Sé que estaré solo, pero me gusta mucho ir conduciendo y ver lo hermoso que está el paisaje. Además, no estaré escuchando los ruidos de los autos o de los asquerosos vecinos. Mi casa es demasiado grande, una casa de ensueño.

- Maslow, ¿cómo estás? –Saluda una chica que había llamado a James-

- Bien, ¿tú qué tal Jane? –Responde, esperando a que ella hablara. Enseguida puso el manos libres para que pudiera ir hablando sin distraerse con el teléfono y evitar un accidente-

- Me alegro, cariño. Yo bien. Por cierto, ayer en el instituto casi no te vi, sólo nos vimos en la sala de maestros pero realmente no pude platicar contigo como me habría gustado

- Lo siento –Sorbe de la pajilla de su frappé- pero es que fue un día algo difícil. Las alumnas no dejaban de acosarme y seguirme a todos lados, además tuve que acomodar los horarios para los alumnos que han reprobado, para darles pasantías en verano

- Son fastidiosas, ¿no? –Pregunta, sintiendo celos de aquellas chiquillas de dieciséis a dieciocho años-

- No, en lo absoluto. Son muy lindas, además, me ayudan con mi portafolios y me guían al salón a donde debo ir. Incluso se ofrecieron a formar por mí para comprar mi comida y así no tuviera que levantarme

- No abuses de ellas –Ordena seria y seca. James suelta una leve carcajada-

- Si abusara de ellas, dejaría que fueran a comprar mi almuerzo, pero no fue así. No me gusta ser ese tipo de persona que se aprovecha de los demás. Cambiando de tema, no me dio tiempo de averiguar en qué aula estabas. La escuela es demasiado grande para ser pública

- Oh, yo estoy en el salón que está en el segundo piso del edificio ''B'', como ya sabes, soy maestra de baile. Las personas que eligieron no tomar algún taller o deporte, en sus horarios que serían uno de esos, les toca baile

- Ya veo. Por cierto, ¿les das clase a algunas personas del grupo 205?

Sí, si sigo investigando sobre Ánica seré un acosador, y qué.

- Ah, por supuesto. De hecho, todas las chicas de ese grupo están en mi clase de baile. Los chicos están en básquetbol y soccer –Responde. James sonrió, le encantaría verte bailar, pero sólo bailar para él-

- De casualidad... de ese grupo, ¿le das clase a Ánica Cromwell? –Ella hace un sonido quejoso, es obvio que con esa maestra no te llevabas de lo mejor que digamos-

- Ella, sí, sí le doy clase, ¿por qué? –Pregunta fastidiada, realmente te odiaba-

- ¿Por qué te enojaste cuando pregunté por ella? –La sonrisa de James se borró, ahora más que nunca quería saber la razón por la que se quejó de ti-

- Esa chica dejó de asistir a clases conmigo, hace unas cuantas semanas. Siempre que había una presentación no asistía porque salía con el pretexto de que nunca tenía dinero, ¿cómo voy a dejarla bailar en clase?

Peta Jane Murgatroyd, realmente tú sólo juzgas a las personas por saber su nombre o haberlas tratado un poco. Pero yo sólo llevo un día de conocer a Ánica y sé que esa chica es de escasos recursos. No sé ni porqué soy amigo de Jane (me gusta decirle Jane) si ella a veces se comporta muy inmaduramente y eso es algo que odio de la gente.