Capítulo 01: Mr. Z y falso beso.

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Capítulo 01: Mr. Z y falso beso.


20 de septiembre, 2016.

¡Mr. Z ha llegado! —Gritó un chico tatuado desde la cabeza hasta las puntas de los dedos. 

Dejé de tomarme mi refresco y lo examiné de pies a cabeza.

— ¡El lienzo andante ha llegado, damas y caballeros! —Solté con sarcasmo recibiendo así una mala mirada por parte de mi mejor amigo. Su verdadero nombre es Zedrid Williams, pero no le gusta que lo llamen así, por lo que optó por llamarse a sí mismo "Mr. Z". Él dice que haciendo referencia a que sus tatuajes lo hacen parecer una calavera andante, diciendo que la "Z" es por zombie y no por Zedrid. Yo digo que es por Zedrid aunque lo niegue.

—Extrañaba tanto tu sarcasmo.

—Lo sé, lo sé. Soy una persona extrañable.

— ¿Acaso esa palabra existe?

Me encogí de hombros y salté por encima del mostrador para lanzarme a sus brazos y fundirnos así en un fuerte abrazo que terminó cuando ya sentía la falta de oxígeno en mis pulmones.

— ¿También me extrañaste?

—Mi vida estaba mejor sin ti.

—Vamos, nena. No seas dura contigo misma, sabes que sí. —Apretujó mis mejillas entre las palmas de sus manos, en lo que él llama un gesto de "amor".

—Suéltame. —Salté de regreso a mi puesto detrás del mostrador antes de que Amelia apareciera de pronto y creyera que no estoy cumpliendo con nuestro trato.

—Perdonaré esa insolencia de soltarte así de mi agarre si me das una botella de Vodka gratis que están detrás de ti. —Meneó las cejas de arriba bajo y una sonrisa felina apareció en sus labios.

— ¿No se supone que vienes de un centro de rehabilitación de alcohol? —Su mirada se ensombreció notoriamente y apoyó ambos codos sobre el mostrador para acercar lo suficiente su rostro al mío.

— ¿Y?

—No te dañaré tu racha de sobriedad, si es que tienes una.

—Un mes, nena. Un mes sobrio.

—Es el tiempo exacto que tenías lejos de este lugar, ¿y ya lo vas a arruinar?

Bufó y rodó los ojos alejándose de mí.

—Qué aguafiestas eres.

¿Qué te he dicho de no coquetear con mi sobrina mientras trabaja, Zedrid? —El chico de ojos negros como la noche se echó completamente hacia atrás, alejándose lo suficiente de mí y girando como un soldado al escuchar la voz de Amelia, mi tía.

— ¿Quieres que te coquetee a ti? —Cuestionó cruzando sus brazos sobre su pecho, cambiando rápidamente su actitud de pánico inicial.

— ¿Ya quieres la primera bofetada del mes? Se te ha atrasado veinte días debido a tu rehabilitación, pero podemos ponernos al día.

Zedrid rió con algo de incomodidad encima, y yo lo que hice fue tragarme una ruidosa carcajada que quería brotar de mi garganta.

—Harás que saque el bate de beisbol. —Comenté.

—Amelia me ama mucho como para matarme a batazos.

—No me retes.

Volví a saltar por tercera vez el mostrador porque es obvio que me fastidia rodearlo y abracé cortamente a mi tía por la cintura para luego plantarle un beso en la mejilla a Zedrid.

Mala Combinación. (Saga L.A. #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora