19 de octubre, 2016.
— ¿En dónde estás? Exactamente...
Miré hacia todas partes en busca de algún cartel, o un establecimiento que pudiera usar como referencia.
—Cerca de un McDonald's.
—En el Bronx hay muchos McDonald's, Faith.
Rodé los ojos hasta el cielo y resoplé.
—Te lo he dicho, sé llegar a los lugares más no me sé sus nombres.
— ¿Al menos me puedes decir qué hay alrededor tuyo?
— ¿Te han dicho que eres un fastidio, Smith?
—Sí, me lo has dicho muchas veces. ¿Qué hay a tu alrededor?
Resoplé con fuerza.
—Una tienda de ropa masculina frente a mí, a mi derecha una cabina telefónica, a mi izquierda una calle donde pasan muchos autos, detrás de mí un McDonald's y en diagonal a la derecha un restaurante de comida mexicana.
—Ya sé dónde estás. Dame diez minutos y te voy a buscar.
Antes de poder decirle que se fuera a la mierda después de haberme hecho esperarlo durante treinta minutos, me colgó, no dándome la oportunidad de insultarlo como es debido.
Resoplé con fuerza, por tercera vez en menos de cinco minutos, y guardé mi celular en el bolsillo de mi chaqueta de cuero.
Soy una persona impaciente, odio que me hagan esperar y Sean lo sabe. Se lo he dicho, pero al parecer encuentra placer al hacerme desesperar. Normalmente, si alguien me hace esperar por mucho tiempo en un lugar me voy, sin importarme absolutamente nada pero, con Sean no puedo hacer eso, siento que será peor la situación, así que trato de respirar profundo.
Pero no lo logro.
Justo cuando pensaba largarme de esa calle, divisé su moto a dos cuadras de distancia. Crucé los brazos sobre mi pecho y dejé mi peso sobre mi pierna izquierda, mientras que movía mi pie con demasiada rapidez.
Estaba molesta. Y él se iba a tener que callar para escuchar lo que tengo para decir.
Dejó la moto delante de mí, se quitó el casco negro que cubre toda su cara y luego se apeó de la motocicleta.
—Antes de que me digas algo, tengo que recordarte que se me hizo tarde por culpa de Kayleigh. —Se apresuró en decir, haciéndome enojar más.
—Tú realmente quieres que pierda la cabeza.
—Yo pensé que ya la habías perdido. —Bromeó, sonriendo como un niño de cinco años.
Le propiné un puñetazo en el brazo, haciendo que se doblara y se alejara dos pasos de mí.
— ¡Faith!
—Te he dicho que no me gusta que me hagan esperar.
—Pero te gusta hacer esperar a las personas.
Enarqué una ceja hacia él.
—No me mires así, es la verdad.
— ¿Cuándo te he hecho esperar a ti, Smith?
—Hace menos de tres días me hiciste esperar durante cuarenta y cinco minutos, bajo un sol inclemente, mientras terminabas de hacer qué-sé-yo en tu apartamento. ¿Se te olvidó acaso?
—Te dije que podías subir, no es mi culpa que no lo hicieras.
—De todas formas —Se apoyó contra el costado de su motocicleta y cruzó los brazos sobre su pecho—. No puedes exigir algo que no das, Faith.
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Mala Combinación. (Saga L.A. #1)
Fiksi RemajaÉl: calmado cual río después de una fuerte tormenta. Ella: una furia hecha mujer. Él: paciente cual pereza. Ella: El día que se repartió la paciencia como virtud, Faith hizo la fila para la impaciencia. Él: Optimista. Ella: Pesimista. Aunque se lla...