cap 4 la ira del tigre.

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¿Qué había pasado? ¿Qué había hecho? ¿¡Qué demonios había pasado!? Tetsuya permaneció inmóvil y aterrado en el suelo por eternos minutos.

¿Qué estaba haciendo Taiga en su cama? ¿¡BESANDOLE!?

Pensó que había sido un sueño, había sido tan maravilloso, fue hasta que el fuerte gemido que salió de su garganta y la torpeza de su acompañante para corresponderle hicieron que saliera de brazos de Morfeo.

¡Era un niño! ¡Un niño estaba besándole!

<...pero es tu pareja... > susurró una suave voz. Tetsuya le mandó guardar silencio.

Sus piernas temblaban tanto cuando logró ponerse de pie, y estaba tan vergonzosamente duro y húmedo.

Caminó al baño y se desvistió, el reflejo en el espejo le mostraba su rostro rubicundo y perlado en sudor. Estaba tan excitado, aun podía sentir el sabor de Taiga en su boca ¡y era tan maravilloso!, miró con detenimiento su pecho... su pezón tenia marquitas, ese tonto... ¿exactamente cuánto tiempo tenía en su habitación? ¿Qué más había pasado? ¿Había hablado? ¿Lo había tocado? Era obvio que Taiga si... ¿a los cuantos años presentaban ese tipo de curiosidad los niños?

Suspiró lleno de resignación y entró a la regadera, precisamente ese día tenía que faltar a la escuela.

Sus días de celo estaban cerca, su cuerpo solía sentirse un poco hinchado y sensible, tanto que a veces la ropa interior e incluso el polo lastimaban su piel.

Este sería el segundo celo de su vida... pero el primero en el que su pareja estaría cerca...

El agua tibia refrescó su cuerpo y Tetsuya agarró su carne dura para masajearla, estaba tan sensible en ese momento que gotitas de presemen escurrían como pequeña cascada de la puntita de su pene... y no solo eso... su entrada latía tanto, tan lleno de deseo que gruño lleno de frustración.

Llevo un par de dedos a su rosada estrella y los introdujo en búsqueda del pequeño punto que le ayudaría a terminar más rápido... quería ser reclamado, tenía que ser reclamado... no podía creer que caliente estaba, si eso había hecho Taiga con un simple beso días antes de su celo no quería ni imaginar lo que padecería cuando lo estuviera.

Gruñó y se dejó caer al suelo al no poder sostenerse más, pese a que había terminado no se sentía del todo satisfecho, trató de regular su respiración y tan pronto como la sensación de plenitud abandonó su cuerpo las lágrimas se derramaron de sus ojos.

En serio ¿Qué había hecho?... Taiga... la carita de terror y dolor del niño oprimió fuertemente su pecho... hablaría con el. Lo que menos quería en la vida es que su alfa pensara que estaba molesto con el.

***†***†***†***†***†***†***

Alexa estaba que se arrancaba el cabello en desesperación, ¿Qué había pasado? Le habían llamado hacia 3 horas de la escuela de Taiga pidiendo el motivo por el que su hermano menor faltara, Tatsuya siempre le dejaba en la entrada de la escuela, ese día no había sido la excepción.

Trató de comunicarse con Taiga pero el muy rebelde había apagado su teléfono. Alex era una mujer que siempre procuraba mantener la calma, pero... ¿y si le había pasado algo?

Al llegar a su departamento se encontró con la no grata sorpresa que Taiga había liberado su tigre y había destrozado casi todo el lugar. Shit... tendría un trasero que palmear.

Por si fuera poco el muy descarado seguía en esa forma y cuando intentaba acercársele rugía y atacaba totalmente fuera de sí ¿Qué había pasado, enserio?

El tigre, mi alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora