Riko continuó acariciando la cabeza de Alexa que reposaba en su regazo mientras la rubia yacía acostada en el sillón de la sala de espera de la clínica de Midorima sensei.
Desde la mañana el estrés y la preocupación se sentían en el aire.
Alexa se veía cansada, confundida y temerosa, aquello era algo que nunca Riko se hubiera imaginado que podría estar en una mujer tan fuerte y hermosa como lo era su pareja, sin embargo ahí estaba, descansando en sus piernas buscando el consuelo en su aroma.
Himuro tampoco lo llevaba muy bien, el tigre estaba sentado en el regazo de Atsushi y las lágrimas escurrían de su bonita cara de manera silenciosa. Los dos estaban preocupados por su hermano menor, y no era para menos, la única solución a todo esto que había proporcionado el médico había dejado devastado emocionalmente a Tatsuya, Alexa y peor aún a Kuroko.
Atsushi y ella se vieron en silencio pero Riko sabía que los dos estaban pensando exactamente en lo mismo... tenían que apoyar a su familia...
Tetsuya se había despertado hacia un par de horas, Alexa había platicado con él a solas y estaban a la espera de que Taiga reaccionara.
De pronto Alexa se incorporó, se limpió los residuos de lágrimas que habían surcado su bello rostro y caminó a la habitación de Taiga. Por seguridad de ambos les habían separado.
Alexa entró a la habitación de su hermano menor, quien seguía profundamente dormido, no podía rendirse, no podía simplemente aceptar la decisión que el médico le había dado, "cegarlo"... eso no sería justo para ninguno de los dos, Taiga yacía ahí, tranquilo, ajeno al mundo, y Alexa caviló en sus pensamientos rememorando la conversación que habían tenido con Tetsuya y el medico apenas despertara el can hacia un par de horas.
-tenemos que cegarlo...- comentó el medico con frialdad clínica que hizo que la sangre de todos se helara. Tatsuya había empezado a sollozar y se había tapado la boca para no sucumbir al llanto.
Alexa le había abrazado consolándole... consolándose también.
-tu hermano es un niño de 10 años que por más que se le explique la situación no entenderá... su psique se verá muy afectada, si le cegamos en cuestión de 3 o 4 años todo podrá volver a la normalidad... Kuroko no sufrirá en agonía cada celo, Taiga no tendrá esta desincronización con su tigre y podrán hacer su vida normal... es la respuesta más lógica.-
Desde el punto de vista de Alexa aquello era la salida más fácil... pero por más que pensara en algo nada se le ocurría.
Cegar a Taiga... para empezar haría falta un alfa poderoso, Alexa ni quería ni podría hacerlo puesto que Taiga era más fuerte que él, y eso era... cruel.
Cegarlo no era otra cosa que dormir tu segunda naturaleza a través de la compulsión de un alfa sumamente poderoso. Aquella técnica era usada hacia años como manera de proteger a los niños pequeños y evitarles transformaciones descontroladas en una sociedad de betas estúpidos e ignorantes que temían a todo y en su inopia intelectual habían matado a alfas y omegas "por brujería", "pactos", "por ser monstros".
Debía ser aterrador que te quitaran una parte importante de ti. En lo personal de no haber sido por Riko Alexa nunca lo hubiera considerado posible, ella y su tigre eran uno, compartían gustos, se divertían, eran dos seres íntimamente unidos.
Riko había llorado en su pecho la noche anterior demostrando la frustración de sentir que su pequeño zorro se iba de vez en cuando... hacerle lo mismo a Taiga seria... devastador, cruel... inhumano.
-esperaremos a que Taiga despierte y dependiendo de eso actuaremos...-
Había dicho Tetsu con voz aparentemente serena, pero Alexa había visto como su corazón sangraba en silencio.
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El tigre, mi alfa.
Fiksi PenggemarTetsuya sintió el fuerte golpe de calor y la sensación de humedad en su intimidad cuando el pequeño pelirrojo salió de la tienda... no podía ser... su alfa era un niño.