Himuro simplemente no lo podía creer... nunca en su vida había conocido a una persona que le gustara tanto los dulces, en cuanto habían abordado el taxi, Atsushi había abierto su mochila y un chocolate fue puesto en sus labios. Tatsuya no era muy aficionado a los dulces, pero de solo ver los ojos deseosos de su pareja abrió los labios y permitió que el chocolate entrara en su boca.
Los dedos de Atsushi acariciaron su boca y Tatsuya jadeo en sorpresa cuando los dedos fueron remplazados por una lengua que fundió el chocolate en su boca y le saboreo sin vergüenza alguna en la parte trasera del vehículo.
El chofer abrió las ventanas e hizo un ruido como de vergüenza, envidia, queja... no sabía ni le importaba.
En cuanto llegaron a un bonito ryokan el estómago de Tatsuya estaba otra vez hecho nudo.
-tranquilo Murochin... la pasaremos genial... -
Atsushi le rodeó posesivamente, entró como si nadie ni nada le importara y le guió por una serie de pasillos hasta llegar a una habitación bastante espaciosa que tenía un baño privado.
Tatsuya se preguntó si esa sería la primera vez que el oso iba a ese lugar... se movía con tanta confianza, incluso un par de personas le habían saludado con emoción.
El tigre blanco gruñó en su interior... quería... quería destrozar, aplastar con sus garras a la persona (o las) que habían venido a este lugar con SU pareja.
Atsushi tomó un par de batas, le dió una y con la pura mirada cargada de deseo Tatsuya de pronto se sintió desnudo.
Su cuerpo nervioso, emocionado y finalmente adolescente comenzó a sudar, de pronto le dieron unas ganas tremendas por tomar un baño, le daría vergüenza oler a sudor apenas y su oso se le acercara...
-a... shower...- ¿japonés? ¿Qué era eso? ¿Nervioso? ¿Quién estaba nervioso?
Atsushi abrió los ojos grandotes, como si buscara en su memoria el significado de esa palabra, de pronto se sintió tímido.
-¿Qué te lo muestre?- Atsushi jamás en su corta vida se hubiera imaginado que apenas entraran a una habitación le dijeran que se la enseñara... es decir... iban a llegar a eso... pero uno primero tenía que prender el boiler antes de meterse a bañar...
El efecto fue inmediato... la respuesta había sido real, verdaderamente ingenua, Himuro reía y reía con tanta diversión. Las mejillas del osote se inflaron avergonzados.
-sorry... no... I... I...- se acercó a él, obligándole a agacharse para abrazarle como tenía ganas de hacerlo y le besó el rostro con cariño, con emoción.
-dije shower... un baño... me quiero dar un baño...- Atsushi correspondió al abrazo y finalmente le levantó en vilo, caminando hacia el exterior, donde la tina privada yacía caliente y lista para ser usada.
-mi inglés no es bueno... -
-me he dado cuenta de ello...-
-¿me vas a enseñar?...-
La bonita sonrisa de Himuro podía competir con el brillo del sol.
-¿solo inglés?-
Atsushi entró a la pequeña alberquita con su pareja, no importaba la ropa, no importaba el celular, nada... solo lo quería a él. A su Murochin...
Se fueron quitando la ropa uno al otro... el lugar prontamente fue empapado al ir aventando las prendas en todas direcciones, los besos eran cada vez más profundos, las caricias más fuertes, el oso gruñó cuando el cuerpo de Murochin finalmente descanso en su regazo.
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El tigre, mi alfa.
Fiksi PenggemarTetsuya sintió el fuerte golpe de calor y la sensación de humedad en su intimidad cuando el pequeño pelirrojo salió de la tienda... no podía ser... su alfa era un niño.