¡A cazar!

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Alexa se sorprendió de la velocidad con la que corría su pequeña pareja, su tigre gruñó emocionado pensando que estaba jugando al corre que te alcanzo.

No había nada más bello que una pareja que ponía un poco de resistencia.

Brincó una barda y varios botes, bancas, paredes y personas agradecida de entrenar en sus días de rebelde parkour, su pequeña pareja entró a un parque y serpenteo entre los árboles tratando de dejar su aroma esparcido y poder escapar.

Una zorrita inteligente. Aquello solo encendió mas la emoción en la tigresa.

Finalmente Riko sintió flato y comenzó a perder velocidad, Alex aumentó la suya, se lanzó tipo jugador de rugby a la pequeña castaña y justo antes de impactar el suelo giró protegiendo con su cuerpo el más pequeño de su pareja.

La espalda de Alex ardió pero no se permitió soltar a su presa, las manos de su zorrita escurridiza se apoyaron en sus pechos y la rubia casi ronronea de felicidad.

-¿estás bien? ¿Por qué hiciste eso? ¿Te lastimaste?-

Alex tomó el bonito cuello de su pareja impulsándola hacia abajo, ella levantó el rostro y la beso profundamente.

Tan maravilloso...

Se giró poniendo mucho cuidado en no aplastar a su bonita presa y acarició el cabello, la oreja y el cuello.

La joven puso un mínimo de resistencia, después fue mantequilla derretida en sus manos, la besó hasta que no pudo respirar y acarició sus pequeños senos por encima de la ropa, la chica era virgen, se sorprendía por cualquier roce nuevo y le correspondía con torpeza. Aquello agradó mucho a la tigresa.

Pese a que estaban entre los árboles del parque y probablemente nadie les vería no quería arriesgarse, besó de manera fugaz la frente, las mejillas y por último la boca y se incorporó un poco.

La castaña tenía una linda cara delicada y el cabello cortito y sujeto por dos pequeños pasadores.

Sería maravilloso si lo tuviera más largo.

Sus mejillas rojas y su respiración agitada eran tan bonitas que Alexa tuvo que hacer un sobreesfuerzo para no volverla a besar.

Renuente se sentó en el pasto y ayudo a su zorrita a hacer lo mismo.

-¿tu nombre pretty girl?-

La castaña cerró sus manos fuertemente en puños y Alex tomó uno, le persuadió a que se relajara y besó uno por uno cada dedo, olisqueo la mano, la delgada muñeca y beso el delicado y sensible lugar donde se sentía el pulso.

-Riko... Aida Riko...- susurro con emoción contenida y lágrimas en los ojos.

-why are you crying? -Alex estaba más nerviosa de lo que realmente demostraba, estaba hablando inglés porque extrañamente su japonés estaba torpe.

-es que... es que... yo no puedo ser tu pareja.-

Que no lo hablara bien en ese momento no quería decir que no lo entendía. Sintió que su corazón se partió en millones de fragmentos y sus manos temblaron.

-why?¿Me rechazas? ¿Ni siquiera me darás una oportunidad?-

La castaña sollozó y se cubrió el rostro con ambas manos. Alex sintió la pérdida del calor corporal como una estocada en el corazón.

-estoy enferma... mi zorro a veces se va... cuando se supone que entro en celo mi zorro desaparece... no puedes tener a una pareja así yo... el doctor dice que probablemente no podre tener hijos... y tú eres tan bella y tan fuerte y seguro querrás muchos cachorros y yo...-

El tigre, mi alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora