"tiempo de chicos..." ¡bah! ¡Aquello había sido una estafa! Taiga rumiaba molesto para sí mientras acomodaba como mil toallas perfectamente lavadas y secas en un estante.
Se sentía timado. Apenas había puesto las maletas en la habitación que siempre usaba en sus visitas a Tatsuya cuando el susodicho había entrado como si fuera toda una anfitriona de un host club para darle un uniforme, indicaciones, horarios y le comenzara a negrear cual sirviente.
Así que ese sería su divertido verano... trabajar en las termas que Atsushi regenteaba junto a su queridísimo (y explotador) hermano... bufó molesto.
-oye Bakagami...- comentó con voz perezosa Aomine, quien para colmo de males se le había pegado como chicle en su zapato con la esperanza de conocer a una chichona con la que darse un buen restregón.
-apúrate si no tu hermano nos va a reñir... estoy cansado...tengo hambre... tengo frio... pero también tengo calor... quiero entrar al ofuro... ¿hasta a qué hora vamos a trabajar?-
Taiga estaba a punto de sufrir un aneurisma de puro coraje y frustración.
-¡cabron! ¡Tienes más de media hora echado como puerco en el piso y yo doblando toallas! Si no quieres trabajar ¡lárgate!-
Efectivamente, desde el suelo, acostado Aomine le miró con todo su desprecio.
-vine contigo porque pensé que podríamos usar los ofuro... y no me puedo ir... el esposo de tu hermano me da miedo...-
Taiga le lanzó una toalla que impactó directamente en el rostro.
-Tatsuya dijo que en cuanto termináramos de ayudarle nos daría tiempo libre... ayuda estúpido...-
Aomine resopló, se rasco el delgado y musculoso abdomen y con toda la apatía que podría caber en un ser humano, se puso de pie, tomó una toalla y la hizo bola.
-¡Ahomine! ¡Así no! Hay que doblarlas no aventarlas como si estuvieras en tu casa...-
-te pareces a mi madre...-
Los dos continuaron luchando, primero verbalmente, luego las toallas fueron un arma lo suficientemente efectiva y al final terminaron hechos un lio entre ropa, puñetazos, patadas, mordidas y gruñidos...
Taiga primero se arrancaría un huevo antes que decirlo en voz alta. Pero quería mucho a Aomine, fue su primer amigo cuando le cambiaron de escuela, era vecino en los departamentos en donde actualmente vivía y le había enseñado movimientos muy buenos para el básquet, tenía un carácter de la mierda que muchas veces le desquiciaba, su antítesis total en la cocina, compitiendo mortalmente con Riko, igual de pésimo que el en la escuela y muy contrario a él en el amor...
Aomine tenía 13 años cuando había perdido su virginidad, y desde entonces no había parado, cogía con todo lo que se moviera y se dejara, Taiga siempre agradecía que ambos tenían el mismo tipo de complexión física y que no fuera del tipo de su amigo...
Con un movimiento hábil Aomine le hizo una llave que le dejó efectivamente inmovilizado. Taiga gruñó frustrado y el moreno grito su victoria.
-¿te rindes?...- los ojos azul cobalto de Aomine se tornaron a un bonito amarillo verdoso que mostraba que la pantera de su amigo estaba muy a la orilla de su forma humana.
Interiormente Taiga sintió celos... Alexa y Tatsuya eran tigres... y el por no tener la misma paternidad de ellos había nacido así... como un mero beta...
-está bien... me rindo...-
El ronroneo en el pecho de Aomine fue escuchado por él y supo que ceder un poco a veces podía alegrar a su amigo.
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El tigre, mi alfa.
FanficTetsuya sintió el fuerte golpe de calor y la sensación de humedad en su intimidad cuando el pequeño pelirrojo salió de la tienda... no podía ser... su alfa era un niño.